Redacción (ALN).- Martín Vizcarra, presidente de Perú, y su homólogo de Bolivia, Evo Morales, inician gestiones “de alto nivel” para reavivar la Unión de Naciones Suramericanas.
La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) se ha roto por la mitad. Los problemas de funcionamiento de la institución, la falta de consenso y la carencia de una Secretaría General, dinamitaron el adiós “de manera indefinida” de seis de sus 12 integrantes: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú. Bolivia, aun convencida de que Unasur es el futuro, inició “gestiones de alto nivel” con Lima para reavivar la institución. “Ambos cancilleres hemos recibido, tanto de Perú como de Bolivia, un mandato para trabajar en los consensos, porque el horizonte de la región es Unasur”, apuntó el ministro de Exteriores de Bolivia, Fernando Huanacuni, según informó la agencia Sputnik. Ocurre que la semana pasada, después de que Perú y los otros cinco abandonaran Unasur, el presidente peruano, Martín Vizcarra y su homólogo boliviano, Evo Morales, se reunieron en la frontera para renovar la estructura administrativa de Unasur. “En esta emergencia, en este diálogo multilateral, la región necesita tener un mecanismo de integración que tenga su propia identidad y sobre todo la soberanía en varias áreas”, apuntó el canciller boliviano. En la ruptura de Unasur también hay una cuestión ideológica. El organismo se fundó hace 10 años bajo el liderazgo de la izquierda latinoamericana. Hoy la región ha dado un giro hacia la derecha. De ahí el abandono de estos seis países. Aun así, parece que hay hueco para el diálogo. Un diálogo que lideran administraciones contrapuestas como Perú, de corte liberal, y Bolivia, representante de la izquierda que en su día lideraron Hugo Chávez y Luiz Inácio Lula da Silva y que todavía hoy defiente Morales.