Daniel Gómez (ALN).- 1,7 millones de migrantes venezolanos en Colombia. Más de la mitad indocumentados y, por tanto, sin posibilidad de recibir la vacuna que suministrará el gobierno. Así lo confirmó el presidente, Iván Duque. Desde Venezuela y Colombia cuestionan esta medida. Consideran perjudicial que tanta gente, algunos en condiciones de vulnerabilidad, tanto sanitaria como económica, no reciba inmunización.
La vacuna tiene que ser universal. Nadie se puede quedar atrás. El coronavirus es una lucha de todos. Mientras desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) repiten y repiten estas consignas, la realidad muestra otra cara: este lunes, el presidente de Colombia, Iván Duque, confirmó que los venezolanos sin papeles no serán vacunados entonando una especie de Colombia first.
“La priorización siempre serán los ciudadanos colombianos”, dijo el mandatario en entrevista con BluRadio.
“Esa será nuestra prioridad, porque así está marcada. Tenemos casos de ciudadanos de doble nacionalidad. Esos casos se van a manejar, pero no en función de la nacionalidad. Si son personas que están regularizadas, que tienen las condiciones y, adicionalmente, están dentro de las condiciones de patologías, de condición de riesgo, definidas por el Ministerio de Salud, eso da criterio orientador para la aplicación de la vacuna”, agregó.
Duque, preguntado por el caso concreto de los venezolanos que se han refugiado en Colombia huyendo de la crisis, la pobreza y el hambre, también fue taxativo.
El presidente dijo que “por supuesto que no” los vacunará.
“O si no imagínese lo que estaríamos viviendo: tendríamos un llamado a la estampida, a que todo el mundo cruce la frontera para pedir que lo vacunen”, sentenció.
Una mala idea
Las declaraciones de Duque pronto fueron cuestionadas. A la ola de indignación en redes sociales se sumaron voces autorizadas. En Colombia, Alejandro Gaviria, ministro de Salud en tiempos de Juan Manuel Santos, cuestionó la estrategia del gobierno desde el punto de vista sanitario.
“No vacunar a los venezolanos es una mala idea desde un punto de vista epidemiológico. Pero es sobre todo una propuesta antiética: excluye a los más vulnerables y discrimina de forma casi amenazante en contra de un grupo de personas por su nacionalidad y estatus migratorio”, tuiteó el exministro.
De acuerdo con cifras oficiales, en Colombia viven 1,7 millones de venezolanos. El 55%, o sea, más de 900.000, son indocumentados y, por tanto, ajenos a los planes de vacunación del gobierno, el cual comenzará en febrero. Cabe recordar que muchos de estos migrantes se encuentran en situación vulnerable, luchando día a día contra el hambre y la inseguridad.
¿Una alianza con la OMS como solución?
Por su parte, José Manuel Olivares, diputado opositor en Venezuela y comisionado para la atención médica del equipo de Juan Guaidó, recordó que la vacunación de los migrantes venezolanos también “beneficia a sus conciudadanos”.
Si bien Olivares no criticó la medida de Duque -el principal aliado de la oposición venezolana en América Latina– sí propuso fórmulas alternativas.
“Hemos conversado con nuestro embajador Tomás Guanipa [embajador en Bogotá de Guaidó] en torno a los venezolanos en Colombia y la responsabilidad sobre su salud, estamos trabajando en la comunicación al Ministerio de Salud, exploramos opciones y vías para lograr la vacunación. Hemos planteado a la OMS, a la Organización Panamericana de la Salud e incluso a la Usaid [la agencia para el desarrollo de EEUU] la necesidad de vacunar a todo ese cuerpo migrante que hace vida en Colombia”, dijo el diputado venezolano.
Por el momento, tanto Juan Guaidó como Nicolás Maduro guardan silencio sobre las declaraciones de Duque. Especialmente llamativo es el caso de este último, quien no pierde la oportunidad para criticar al presidente de Colombia.