Zenaida Amador (ALN).- Sólo este martes se registraron dos hechos que pusieron nuevamente a Colombia en el radar mundial por la crisis en Venezuela. Por una parte, la postura crítica de Rusia por la participación colombiana en lo que catalogó como una estrategia injerencista sobre Venezuela que busca propiciar su intervención militar y, por la otra, la dramática situación de centenares de venezolanos que intentaban cruzar hacia territorio colombiano de cualquier manera, desafiando el cierre fronterizo y los riesgos generados por la propia naturaleza.
Si bien el mandatario colombiano, Iván Duque, se mantiene firme en su postura crítica contra el régimen de Nicolás Maduro y en su apoyo a Juan Guaidó, también ha intentado bajar su exposición para lidiar con los desafíos políticos de su nación sin el referente constante de la crisis venezolana. Esta ha sido la línea especialmente después de los hechos violentos que se suscitaron en febrero, a propósito de los intentos por ingresar por los pasos fronterizos ayuda humanitaria a Venezuela, pero la crisis vecina siempre termina salpicando la agenda colombiana y obligando a Duque a encarar el impacto político que le genera Venezuela.
Sólo este martes se registraron dos hechos que pusieron nuevamente a Colombia en el radar mundial por esa causa. Por una parte, la postura crítica de Rusia por la participación colombiana en lo que catalogó como una estrategia injerencista sobre Venezuela que busca propiciar su intervención militar y, por la otra, la dramática situación de centenares de venezolanos que intentaban cruzar hacia territorio colombiano de cualquier manera, desafiando el cierre fronterizo y los riesgos generados por la propia naturaleza.
La presión rusa
En el primer caso los cuestionamientos fueron formulados por la Cámara alta del Parlamento ruso a través de una carta enviada al presidente de la Cámara de Representantes de Colombia, donde se indica que “el uso ilegítimo de la fuerza militar contra Venezuela por parte de otros Estados que respaldan a la oposición será interpretado por el Consejo de la Federación de la Asamblea Federal de la Federación de Rusia solamente como un acto de agresión contra un Estado soberano y una amenaza a la paz y seguridad internacionales”.
“Ante la pregunta de por qué no se envió la carta a la Cancillería de Colombia, la fuente explicó que se trató de un documento parlamentario cuyo destino eran sus pares en la región andina. ‘Se trata de un documento parlamentario y por eso la Embajada remitió la carta a los parlamentarios locales y no a la Cancillería, de manera tal que los parlamentarios locales conocieran mejor la posición de Rusia, pero como intercambio de opiniones y no como una advertencia o una afrenta’, subrayó”, según Sputnik.
Para Rusia, según se puntualiza en la carta, el pasado 23 de febrero se intentó enviar “convoyes humanitarios” estadounidenses a Venezuela a través de varios Estados, que “tenían por objeto provocar una guerra civil a gran escala y llevar a cabo en lo sucesivo una intervención armada en ese Estado”.
A Iván Duque no le quedó más remedio que responder: “Colombia no está en la posición de agredir a ningún Estado, pero está en su deber de defender la Carta democrática Interamericana y de denunciar los atropellos de la dictadura en Venezuela”.
Igualmente tuvo que salir al paso el canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo: “Colombia reitera que cualquier despliegue o incursión militar en apoyo al régimen de Nicolás Maduro pone en riesgo la transición democrática y la normalización constitucional en Venezuela, y constituye una amenaza a la paz, la seguridad y la estabilidad en la región”.
Rusia, que ha manifestado su total apoyo a Nicolás Maduro, pone así una dosis de presión sobre Colombia, que ha sido uno de los aliados estratégicos de Estados Unidos en sus acciones para cercar al deslegitimado gobierno venezolano. Esto ocurre en momentos cuando está por celebrarse la reunión ministerial de la Organización del Atlántico Norte (OTAN), donde la presencia de tropas rusas en Venezuela será un tema que Estados Unidos pondrá en la agenda de discusión y no hay que perder de vista que Colombia es un socio global de la OTAN.
No puede creer Duque que la salida de Maduro solucione los problemas de Colombia
La migración constante
Desde febrero está limitado el paso fronterizo entre Colombia y Venezuela, precisamente a raíz de la decisión de la Administración de Duque de servir de punto de acopio de la ayuda humanitaria internacional para su envío al territorio venezolano, lo que fue impedido por Nicolás Maduro con una violenta represión.
Las exportaciones de Rusia a Colombia representan 283,95 millones de dólares y las importaciones 81,77 millones de dólares, según el último informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD)
Sin embargo, el flujo en la frontera no ha cesado. Muchos recurren a trochas, pagando cualquier precio a los irregulares que las controlan, con tal de transitar de uno a otro país. Se estima que a diario pasan por la frontera unos 9.000 venezolanos. Para muchos cruzar significa la diferencia entre conseguir o no alimentos y atención médica. Aunque muchos retornan a Venezuela, otros simplemente deciden no regresar.
Pero este martes la crecida del río Táchira hizo prácticamente imposible el tránsito por los pasos clandestinos. Aun así, centenares de venezolanos cruzaron, ya sea arriesgando la vida en las aguas del río o forzando el paso en el Puente Simón Bolívar, que une Cúcuta y San Antonio del Táchira, a pesar de los obstáculos colocados por los funcionarios de Maduro para bloquear el acceso.
“La decisión del usurpador Maduro de bloquear los puentes con contenedores y restringir el paso de personas por los mismos lo único que hace es incentivar la irregularidad. No hay forma de detener a un pueblo que tiene hambre, que está muriendo por falta de medicinas, a un pueblo que agoniza porque el Estado no le proporciona los servicios públicos básicos”, afirmó el director de Migración Colombia, Christian Krüger, quien responsabilizó a Maduro y a los miembros de la Guardia Nacional Bolivariana de Venezuela por lo que pueda ocurrirle a quienes intentan cruzar la frontera.
“Responsabilizo al usurpador Maduro de lo que le pueda suceder a la población que transita entre Colombia y Venezuela en Norte de Santander” Director @MigracionCol https://t.co/flimmaYhMW pic.twitter.com/CyhW1QlhT4
— Migración Colombia (@MigracionCol) 2 de abril de 2019
Las alarmas se encienden en Colombia ante este flujo migratorio que de seguro aumentará en lo inmediato dada la agudización de la crisis en Venezuela con el colapso de los servicios públicos. Ya el gobierno de Duque tuvo que modificar sus proyecciones fiscales, con un añadido de 0,5% en el déficit estimado para 2019 por esta causa, a fin de no afectar otras partidas presupuestarias por atender a los venezolanos que llegan a su país.
Los gastos de protección social, vivienda y educación, entre otros, asociados a la recepción de venezolanos que huyen hacia ese país se calculan en más de 1.500 millones de dólares anuales, por lo que para Duque urge encontrar una solución a la crisis venezolana para que no termine convirtiéndose en el germen de una crisis colombiana.