(EFE).- La isla de Irlanda experimentará «probablemente» un descenso de la temperatura debido al debilitamiento de la corriente del Golfo, en contraste con el calentamiento previsto para otras partes del mundo, según reveló este viernes un estudio del Instituto Marítimo irlandés.
El informe señaló que la citada corriente, que empuja fuertemente aguas cálidas desde el golfo de México hacia el océano Atlántico, podría ralentizarse en hasta un 30 % en los próximos años, lo que tendría un impacto significativo sobre la zona del Atlántico Norte y Canadá.
De acuerdo con este análisis, la temperatura atmosférica podría «ser en potencia 10 grados más baja» si colapsa la corriente del Golfo, explicó en el documento el coautor Gerard McCathy, de la Universidad de Maynooth, en Dublín.
Aunque precisó que ese colapso es «improbable», advirtió de que es «muy probable» que durante el presente siglo la corriente se ralentizará, un fenómeno que, según varios estudios, ya ha comenzado por el cambio climático.
«Cuando analizamos la situación en todo el planeta, lo que vemos es un pequeño aumento de la temperatura global prácticamente en todos los lugares. Casi la única excepción es en el Atlántico Norte, entre Irlanda y Canadá. De hecho, durante el siglo XX, hemos visto un ligero enfriamiento en esa zona», declaró hoy el experto a la emisora NewsTalk.
McCarthy insistió en que la estabilidad de la corriente es «crítica» para el clima en Irlanda y, dado que se prevé su ralentización, se puede predecir que habrá «un enfriamiento relativo».
«Puede que no se produzca un enfriamiento absoluto, pues éste es relativo al aumento de la temperatura global y dependerá en gran medida del grado de ralentización de la corriente del Golfo», observó el científico.
En este contexto, McCarthy avanzó que los veranos en Irlanda serían asimismo más secos, mientras que los inviernos serían más húmedos debido a que la corriente enviaría hacia la isla «más fenómenos tormentosos».
«Esto puede sonar bien, pero tendría un efecto en cadena que afectaría, por ejemplo, a nuestros sistemas de almacenamiento de agua», dijo.
En consecuencia, subrayó que gran parte del futuro climático pasa por una reducción de la emisión de gases de efecto invernadero.
«La diferencia entre un escenario de altas emisiones y otro de control del carbono mucho más moderado, en el que logramos nuestros objetivos climáticos y alcanzamos la neutralidad, es muy, muy grande», concluyó McCarthy.