Daniel Gómez (ALN).- Irán primero envió tres flotas de barcos con combustible a Venezuela. Ahora manda una segunda ronda a través de aviones. El objetivo de Teherán es apoyar a su aliado Nicolás Maduro. Concretamente a que la estatal PDVSA reactive las refinerías.
En Venezuela la única refinería que produce gasolina es Cardón. Mediante un proceso de reformación catalítica con nafta, la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) genera unos 60.000 barriles de petróleo al día en esta planta.
Estos números están lejos de los 1,3 millones diarios que la red de refino venezolana podía generar antes de que el modelo chavista saltara por los aires, una debacle que se agravó por la gestión de Nicolás Maduro y las sanciones internacionales.
Hoy Maduro asegura -lo vuelve hacer porque antes ya fracasó- que puede reactivar la industria. Y para ello cuenta con Irán, otro país sancionado por Estados Unidos.
El 11 de febrero, un avión Airbus de Conviasa, la aerolínea estatal de Venezuela, aterrizó en el aeropuerto de Las Piedras, en la provincia de Paraguaná. Había despegado de Teherán un día antes e hizo escala en Belgrado, reportó la web de monitoreo flightradar.com.
Este fue el primero de 12 aviones que esperan en Caracas, dijeron tres fuentes conocedoras a la agencia Reuters. Fuentes que revelaron que en esos aviones transportan catalizadores para reactivar las refinerías de PDVSA.
Con Cardón como única planta operativa, el objetivo ahora es reactivar el complejo de Amuay, que, aunque está produciendo nafta para apoyar a Cardón, no puede generar combustible, lo que más le urge a Venezuela. Amuay tiene una producción cercana a 645.000 barriles diarios a pleno rendimiento, explicó Reuters.
Teherán no sólo ofrece apoyo por aire. También por mar. En el último año había enviado hasta tres flotas de barcos cargados de combustible para Caracas. A cambio, ellos recibían cargamentos de petróleo venezolano. El último lo reportó la agencia Bloomberg en diciembre. Entonces un buque de la Compañía Nacional del Petróleo Iraní se abasteció con 1,9 millones de barriles en el puerto de Jose, en el estado Anzoátegui.
¿Maduro cumplirá su promesa?
En diciembre, en un discurso ante la Asamblea Nacional, ahora dominada por el chavismo, Maduro prometió alcanzar los 1,5 millones de barriles diarios de petróleo de producción propia “en los próximos meses”.
El último dato oficial es del mes de enero y apunta que Venezuela produjo 487.000 barriles al día de media. Son 100.000 barriles más que en diciembre, pero lejos del número fijado por Maduro.
La expectativa ahora está en el gobierno de Estados Unidos. Las petroleras privadas que se mantienen en Venezuela aguardan las acciones del presidente, Joe Biden, quien prometió revisar las sanciones impuestas bajo la gestión de Donald Trump.
El portal Energy News Today, especializado en el mercado energético, informó que empresas como Rosneft y Repsol reanudarían los intercambios de productos de refino por petróleo siempre y cuando Biden retire la política de sanciones secundarias.
Luego está la conocida como “ley antibloqueo” con la que Maduro pretende abrir a Venezuela al sector privado. Según dijeron nueve fuentes conocedoras a la agencia Bloomberg este fin de semana, el gobierno está entregando -no vendiendo- “docenas de plantas químicas, procesadoras de café, silos de granos y hoteles a operadores privados”.