(EFE).- Especialistas en delitos relacionados con el patrimonio de la Policía Nacional española reactivaron la investigación sobre el posible robo y falsificación del primer mapa del Caribe, de 1514, que se guardaba en la Catedral de Palencia (centro del país), pero que en 2019, al trasladarlo para una exposición, se descubrió que era una copia.
En aquel momento, la diligencias abiertas por la Fiscalía de la ciudad de Burgos, donde se celebró la exposición, se archivaron ante la ausencia de datos suficientes para determinar qué había ocurrido e identificar al autor de la desaparición.
Sin embargo, la Policía Nacional ha reabierto el caso de este mapa, que forma parte de un libro, según informaron este martes a Efe fuentes de la Fiscalía, quienes reconocieron que el asunto es “complejo” porque no solo se desconoce el posible autor o autores, sino que tampoco se sabe en qué momento se realizó el cambio, que ocurrió con el original y dónde se produjo el supuesto delito.
El diplomático e historiador Pedro Mártir de Anglería se reunió en 1514 con el arzobispo y cartógrafo real Juan Rodríguez de Fonseca y acordaron dibujar el primer mapa cartográfico del Caribe, una joya de gran valor histórico en la actualidad.
En octubre de 2019, el Fórum Evolución de Burgos acogió la exposición ‘Burgos. Legua cero del viaje de Magallanes-Elcano’, que rendía homenaje a la primera circunvalación del planeta, completada en 1522.
Estaba previsto que en esa muestra se exhibiera ese mapa, incluido en el libro ‘Legatio Babilonica’, que se guardaba desde hacía siglos en la catedral de Palencia, pero el documento nunca llegó a Burgos.
UNA FALSIFICACIÓN
Según adelanta este martes el diario El País y confirmaron a Efe colaboradores de esta exposición, la comisaria de la muestra descubrió que lo que le entregaron era una falsificación e interpuso la consiguiente denuncia, que no llegó a hacerse pública.
La muestra, que fue organizada por la Fundación VIII Centenario de la Catedral de Burgos 2021, incluía 173 piezas, buena parte cedidas por el Museo del Ejército, el Naval y la Real Chancillería.
El canónigo de la catedral burgalesa, Juan Álvarez Quevedo, aseguró a Efe que el mapa nunca llegó al lugar de la exposición en Burgos y ha explicado que lo ocurrido no se hizo público para evitar que los autores destruyeran el documento para eliminar pruebas.