Redacción (ALN).- Bitcoin despierta escepticismo por su alta volatilidad, pero cada vez va siendo más común en las carteras de las empresas. “Es importante hacer una clara diferencia. Hay volatilidad en el corto plazo, pero en el largo plazo es una historia diferente”, dice el director del fondo Lydians Capital en el último observatorio de Davos.
La inversión en criptomonedas requiere paciencia. Circulan en un mercado volátil, de oferta y demanda, por lo que cualquier acontecimiento tiene un efecto directo sobre el precio. Se ha visto en los últimos meses. Bitcoin, ahora cerca de los 6.000 dólares (5.082 euros), llegó a estar por debajo de los 3.000 dólares (2.540 euros) a mediados de febrero.
Pese a la inestabilidad, la tendencia al alza de las criptomonedas es un hecho. Dice el índice de precios CoinDesk que en 2017 la rentabilidad del Bitcoin -en mayúscula cuando se refiere a un tipo de criptomoneda- superó el 150%. A esto se suman las proyecciones que Ansberto Rached, director de Lydians Capital, un fondo especializado en criptomonedas, detalla en el último observatorio de Davos: “Para diciembre de 2017, el precio del Bitcoin debe estar entre 6.000 y 7.000 dólares (entre 5.082 y 5.930) mientras que Ethereum (moneda alternativa al Bitcoin) debería estar alrededor de 400-500 dólares (339-424 euros)”.
De estos datos no se fían todos los inversores. Algunos piensan que el Bitcoin es una burbuja que explotará ante tanta volatilidad. Otros que será un completo “fraude”, como Jaime Dimon, presidente de JP Morgan. Un escepticismo que no debe ser tal según opina Rached: “Es importante hacer una clara diferencia. Hay volatilidad en el corto plazo, pero en el largo plazo es una historia diferente”.
David Osio: “Las criptomonedas eventualmente van a corregirse y permanecerán en el futuro”
En esta línea se pronuncia David Osio, consejero delegado de Davos Financial Group. “Las criptomonedas eventualmente van a corregirse y permanecerán en el futuro”, dice en el informe. Ante este panorama, aconseja a los inversores paciencia: “Hay que pensar en el mediano y largo plazo”.
Al final, “es un mercado en plena expansión y que ofrece buenas oportunidades, que llegó para quedarse”. Y siendo así, “conviene anticiparse”, matiza Osio. El Bitcoin pronto puede estar en el portafolio de muchos interesados y la oportunidad dejará de ser tal.
Dejando a un lado los negocios, el director de Lydians Capital añade que “el potencial de las criptomonedas va mucho más allá de una herramienta de inversión”. A diferencia del mercado bursátil, cualquiera puede acceder. Sólo basta con acudir a una casa de cambio de divisas.
Por último, Rached añade: “Las criptomonedas son un medio de pago internacional, donde puedes hacer transacciones inmediatas”. Y es que el Bitcoin no depende de Estados ni de ningún banco central. Sin intermediarios, el movimiento de dinero es instantáneo.