María Rodríguez (ALN).- Adrián Acosta, oficial para América de Cibercrimen en Interpol, constata la brecha en ciberseguridad entre los latinoamericanos y las nuevas formas de cometer crímenes. “Necesitamos reforzar muchísimo el conocimiento de la sociedad para que los cibercriminales no se aprovechen”.
Adrián Acosta es argentino y trabaja desde hace más de 10 años para la Secretaría General de Interpol (Organización Internacional de Policía Criminal), donde actualmente ejerce como oficial para América en la Dirección de Cibercrimen. Con esta carta de presentación, el diario ALnavío entrevista a Acosta, que previamente asistió como ponente al Cybersecurity Summer BootCamp 2017, un evento formativo que reunió del 18 al 29 de julio en León (España) -sede del Instituto Nacional de Ciberseguridad español (Incibe)- a más de 300 personas de 30 países.
En este enclave, el experto explicó las herramientas que ofrece Interpol para los países miembros de la organización, la manera de operar de nuevas amenazas como la sextorsion (extorsión a través de imágenes o vídeos de contenido sexual) y en qué consiste la dark web (la web oscura, cuyo contenido es invisible para motores de búsqueda como Google), entre otras cuestiones.
“Los ciberdelincuentes se aprovechan del desconocimiento de la sociedad y de las empresas”, subraya Acosta
– ¿Cuál es la labor de la Interpol ante el cibercrimen en América?
– La labor de Interpol en América y en el mundo, porque somos 190 países miembros, es la cooperación policial internacional y el apoyo a las investigaciones donde hay un componente transnacional y participan dos o más naciones. Por ejemplo, cuando la víctima está en un país y los criminales en otro, Interpol empieza a actuar para ese intercambio de información y para que se logre la detención de los criminales y no se aprovechen de esta internacionalización.
– ¿Qué beneficios reportan eventos como el Cybersecurity Summer BootCamp en la lucha contra la ciberdelincuencia?
– Estos eventos son fundamentales. No hay solamente personas de un ámbito sino de muchos y es importante para llevar el conocimiento necesario a todos los niveles: judiciales, policiales, sociedad civil, gubernamentales…
– ¿En qué consiste la labor del Grupo de Trabajo Latinoamericano sobre Delitos Tecnológicos, en el que usted participó como miembro fundador?
– El grupo se fundó en 2005 pero en 2015 pasó a ser grupo americano. Hoy lo integran todos los países de América, incluyendo todos los países del Caribe. Su función principal es el intercambio de información de qué es lo que está pasando en nuestra región acerca del cibercrimen y del ciberespacio.
Acosta: “Una de las formas de bajar la criminalidad en el mundo y específicamente en Latinoamérica es haciendo campañas de toma de conciencia”
– ¿Considera a América Latina un blanco fácil para los ciberdelincuentes?
– Sí, realmente sí. Los ciberdelincuentes se aprovechan del desconocimiento de la sociedad, de la gente particular, y de las empresas y esa brecha que se produce por la continua aparición de nuevas tecnologías y nuevas amenazas y las formas de cometer crímenes a través del uso de tecnología en Latinoamérica. Necesitamos reforzar muchísimo el conocimiento de la sociedad en general para que estos cibercriminales no se aprovechen de esta falta de información.
– ¿Cómo puede potenciar América Latina su nivel de ciberseguridad?
– Una de las formas de bajar la criminalidad en el mundo y específicamente en Latinoamérica es haciendo campañas de toma de conciencia y prevención. No se va a bajar la criminalidad solamente arrestando a los criminales, porque cuando arrestamos a uno, surgen 10 más. Básicamente, con las campañas de prevención se difunde el conocimiento necesario para que no haya tantas víctimas. La prevención es la única y mejor forma de bajar la criminalidad.