Redacción (ALN).- Están en las butacas de los cines, los asientos del metro o el bus y en las casas de las personas. La insólita plaga de chinches que sufre Francia, y en especial su capital, París, tiene en alerta a las autoridades a solo meses de que se celebren los Juegos Olímpicos de verano de 2024.
Estos minúsculos parásitos, no mayores que una semilla de manzana, han generado una auténtica piscosis en los parisinos, como bien lo refleja el diario «Le Parisien» en una de sus ediciones.
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Y aunque aún no hay datos precisos sobre el alcance de la plaga, los relatos de vecinos, empresas de desinfección y usuarios de cines y del transporte público hicieron saltar las alarmas de las autoridades.
Sobre todo porque París, una de las ciudades más pobladas de Europa, albergará en solo meses los Juegos Olímpicos de 2024.
«Los chinches de cama son un problema de salud pública y tienen que ser declarados como tal. Es necesario que el Estado reúna de manera urgente a los actores implicados para poner en marcha un plan de acción a la altura de ese azote», dijo a EFE el vicealcalde de París, Emmanuel Grégoire.
«Estamos preocupados porque es una especie invasiva. Si no abordamos el problema desde la raíz, podemos resultar desbordados», advirtió el número dos de Hidalgo, quien propuso que en los seguros de las viviendas -obligatorios en Francia- se incluya también una clausula sobre el riesgo de chinches.
¿Se pueden evitar los chinches?
El Ministerio de Sanidad de Francia, que actualizó una guía sobre cómo actuar en caso de infección de chinches, señaló que la limpieza «no evita por sí solo una primera infección» de espacios públicos o privados.
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«Pero sí que es cierto que una buena higiene y una detección rápida evitan las grandes infecciones», dijo el ente.
El regreso de la plaga
Estos insectos, que actúan especialmente por las noches para poder alimentarse de la sangre de las personas y que se reproducen fácilmente, estuvieron erradicados a mediados del siglo XX, hasta que a finales de los 90 regresaron al país.
Para Sanidad, los motivos de su vuelta no se conocen completamente, aunque el aumento de viajes y la resistencia a insecticidas son dos de las hipótesis manejadas.
Con información de El Periódico.