Redacción (ALN).- La meta del programa de la ONU es atender a un millón y medio de niños, la mayoría menores de seis años, antes de finalizar el año 2023. Las encuestas recientes revelan altos niveles de desnutrición en este segmento poblacional que es uno de los más vulnerables.
La distribución de los alimentos comenzó en 277 escuelas del estado Falcón. Mensualmente se les dará a los padres de familia un mercado básico para alimentar a los menores.
“Se les entrega una canasta alimentaria para llevar a casa que consiste en seis kilos de arroz, cuatro kilos de lentejas, medio kilo de sal y un litro de aceite (…) Deberíamos atender las necesidades de alrededor de 40 mil personas en el estado Falcón en el mes de julio”, explicó Susana Rico, representante del Programa Mundial de Alimentos para Venezuela en entrevista con la Voz de América.
Mientras las escuelas sigan cerradas por la situación del COVID-19, los padres deberán preparar los alimentos en casa, pero la idea es que los niños reciban sus raciones de comida en los colegios, luego cuando las “escuelas abran, podremos iniciar la rehabilitación de las cocinas que necesitan un poco de trabajo, para que el programa se vuelva un programa de alimentación escolar en las escuelas”, aseguró Rico.
De acuerdo con la encuesta que realizó el Programa Mundial de Alimentos en 2019, El 24,4 por ciento de las personas en Venezuela sufre de inseguridad alimentaria moderada y el 7,9 por ciento sufre de inseguridad alimentaria severa, es decir 1 de cada 3 personas en Venezuela tiene problemas para conseguir sus alimentos.
“Aunque haya suficientes alimentos en los supermercados, lo que no hay es la disponibilidad económica de los individuos para acceder a esos alimentos, entonces la calidad de la dieta ha ido disminuyendo”, aseguró la oficial de la ONU encargada del programa para Venezuela.
Debido a lo larga que ha sido la crisis económica y social del país, cerca del 30 por ciento de los menores de 5 años, padecen retardo en su crecimiento, según la encuesta nacional de condiciones de vida, Encovi.
VOA