(EFE).- La candidata presidencial colombiana Íngrid Betancourt pidió este martes «coherencia» a la coalición de izquierdas Pacto Histórico por el apoyo de esa alianza a Piedad Córdoba ante sus supuestos nexos con Alex Saab y las acusaciones de que retrasó con fines políticos la liberación de secuestrados por las FARC.
«Yo les pido que sean coherentes. Es decir si ellos están diciendo que quieren cambiar las cosas cómo van a estar apoyando a una persona que está comprometida con delitos muy graves que le han hecho tanto daño al país», dijo Betancourt en Bogotá luego de participar en un debate con aspirantes a la Presidencia en la universidad Sergio Arboleda.
En el debate, Betancourt le preguntó a Camilo Romero, precandidato presidencial del Pacto Histórico, cuáles eran las acciones a tomar contra Córdoba, candidata al Senado, y a la que calificó de «aliada de Alex Saab», preso en Estados Unidos y señalado como testaferro del presidente venezolano, Nicolás Maduro.
«Álex Saab, lo que no hizo acá en Colombia lo hizo en Venezuela, se robó toda la plata del alimento escolar de los niños venezolanos», dijo la candidata a la Presidencia por el partido Verde Oxígeno.
Y añadió: «¿Qué vas a hacer tú Camilo?, ¿qué vas a hacer frente a la posibilidad de que Piedad Córdoba sea una congresista del Pacto Histórico?».
Una investigación periodística de Caracol Noticias reveló el domingo que Andres Vásquez, exasesor de Córdoba, le dijo a la Fiscalía colombiana que la política, anteriormente del Partido Liberal, tuvo vínculos con las FARC y con Saab.
Betancourt fue secuestrada por las FARC el 23 febrero de 2002 y liberada el 2 de julio de 2008 en la «Operación Jaque», que también le devolvió la libertad a otros 14 secuestrados.
Córdoba, que fue senadora entre 1994 y 2010, aspira nuevamente al cargo por el Pacto Histórico en las elecciones del próximo 13 de marzo y asegura que sus gestiones para ayudar a liberar a los secuestrados por las FARC siempre tuvieron motivos humanitarios.
ALTOS CONTACTOS
El exasesor de Córdoba, según Noticias Caracol, también le dijo a la Fiscalía colombiana que en la década pasada hubo un punto de quiebre en la vida de la exsenadora que la llevó de las labores humanitarias con los secuestrados al «lobby» gracias a sus contactos con el Gobierno venezolano.
Entre los contactos de Córdoba supuestamente estaban Diosdado Cabello, cercano al entonces presidente venezolano Hugo Chávez y a su sucesor, Nicolás Maduro.
«Me acuerdo una reunión con Diosdado Cabello y Diosdado Cabello le dijo: ‘nosotros no es que robemos, nosotros no es que nos quedemos con la plata, es que el día que la oposición llega al poder, nosotros necesitamos esa plata para hacer campaña, hacer la oposición y tú necesitas enriquecerte'», aseguró Vásquez a las autoridades colombianas.
DINERO EN JUEGO
Vásquez, según Noticias Caracol, dijo que Córdoba supuestamente tenía una lista para favorecer a empresarios colombianos a los que el Gobierno venezolano les adeudaba dinero de exportaciones y detener los pagos a aquellos que no estaban en su línea política ni en la de Venezuela.
«Piedad se convierte en un agente del Gobierno de Venezuela cuando le solicitan hacer un análisis de los empresarios que eran afines al Gobierno de (Álvaro) Uribe, que eran afines al proyecto paramilitar, y a quienes no se les debía pagar y a quienes sí», dice Vásquez.
Uribe, que fue presidente de Colombia entre 2002 y 2010, ha sido un férreo contradictor de Maduro y de Chávez.
El exasesor también aseguró que fue Córdoba quien en 2010 presentó a Saab a la cúpula del Gobierno venezolano, después de que la Procuraduría colombiana la destituyera e inhabilitara por 18 años para ejercer cargos públicos por colaborar con las FARC, sanción que fue anulada en 2016 por el Consejo de Estado.
«Piedad le presenta a Alex Saab tanto a Nicolás (Maduro) como a Tarek el Aissami (actual ministro de Petróleo). Yo estuve en esa reunión con Tarek. En esa reunión, Piedad se reúne con el director del Sebin, el Servicio de Inteligencia de Venezuela, en donde compartió varias cosas», dijo Vásquez.
Saab, que fue arrestado en Cabo Verde en junio de 2020, fue extraditado en octubre pasado a EE.UU. donde espera el juicio por conspiración para lavado de dinero.