Daniel Gómez (ALN).- El presidente de España, Pedro Sánchez, presentó su programa de gobierno en hora y media. Cuatro puntos vertebraron el discurso: economía, igualdad, cohesión territorial y política exterior. A este último apenas le dedicó tres minutos. 180 segundos de los cuales sólo 25 tuvieron que ver con América Latina.
– Quiero subrayar la importancia que este Gobierno le va a dar a Iberoamérica. Así, en la próxima Cumbre Iberoamericana que se celebrará en Guatemala en noviembre, junto al resto de países latinoamericanos, vamos a seguir perfeccionando esta comunidad compartiendo objetivos, valores y el intercambio de nuestras sociedades civiles en todos los ámbitos.
– Recalcar nuestro propósito firme de mantener encuentros bilaterales con todos los países de la comunidad internacional, en especial con nuestros amigos de América Latina y de África, regiones en las que, impulsados por nuestra historia y geografía, hemos creado lazos indisolubles.
Estas dos alocuciones son las únicas en las que Pedro Sánchez, presidente del Ejecutivo español, se refirió a Latinoamérica este martes en su intervención en el Congreso de los Diputados para presentar el programa de gobierno. Dos alocuciones que no sumaron más de 25 segundos en un discurso de hora y media.
Como era de esperar, Sánchez vertebró gran parte de la intervención en torno a cuestiones de política nacional. Lo primero fue el plan económico. Dijo que acabará con la amnistía fiscal que lanzó el Ejecutivo de Mariano Rajoy, y que sacará adelante los impuestos a las tecnológicas y a los bancos.
Sánchez también ahondó en cuestiones de igualdad, bienestar y derechos humanos. Ese fue su segundo punto. El tercero fue la defensa del proceso de cohesión nacional. Aquí tuvo un lugar destacado la crisis de Cataluña y el diálogo abierto con el independentismo. “Sin diálogo no habrá progreso”, afirmó.
El cuarto y último bloque del discurso versó sobre política exterior. Escasos tres minutos en los que insistió en la lógica responsabilidad con la Unión Europea. También en el lógico apoyo a los compromisos globales sobre derechos humanos y medio ambiente. Debates que tendrán lugar en las Naciones Unidas, en las futuras cumbres de la OTAN y en el G20 que se celebrará en Buenos Aires.
Lo que no es tan lógico en el discurso de Sánchez es la manera en la que despachó la política española hacia Latinoamérica. Sobre todo, después de que fuentes de su Ejecutivo confirmaran al diario ALnavío que la región tendría más peso en su política exterior.
No se detuvo en los problemas de Latinoamérica
En el discurso, Sánchez se detuvo en lugares comunes. Citó un compromiso de agenda: la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y Gobierno que tendrá lugar el 15 y 16 de noviembre, así como los “lazos indisolubles” que mantiene España con los países de la región.
En ningún momento hizo énfasis en temas clave como la crisis de Venezuela y la oleada de violencia que sufre Nicaragua.
Quien sí abordó estos temas fue el ministro de Asuntos Exteriores español, Josep Borrell. Fue este lunes y martes en Bruselas, donde tuvo lugar un encuentro entre los cancilleres de la UE con los de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Los problemas en Nicaragua y Venezuela vertebraron la reunión. Sobre el primer país, Borrell reconoció estar “muy preocupado”, según informó la agencia AFP.
Sobre las sanciones al régimen de Daniel Ortega, así como más penas a los funcionarios venezolanos, el ministro dijo que no abanderará las líneas duras de las sanciones cuando haya un problema en América Latina. “No es nuestro papel”, advirtió.
Si bien Borrell no abundó en detalles al respecto de sus reuniones, afirmó “que una cosa son los temas de la agenda y otra cosa son los contactos que se hacen en los márgenes”. Lo decía, como matiza AFP, asegurando que conversará sobre estos temas con los cancilleres de Venezuela y Nicaragua.
Y lo hizo. De acuerdo con la agencia Europa Press, Borrell reiteró al canciller venezolano, Jorge Arreaza, el interés de que Venezuela logre “una salida democrática, pacífica y negociada” a la crisis. En este sentido, añadió que la intención de España es “mantener una interlocución fluida con el gobierno, oposición y actores internacionales relevantes”.
De momento, no hay detalles sobre la reunión que el ministro español mantuvo con su homólogo nicaragüense, Denis Moncada.
Lazos comerciales
Sánchez tampoco mencionó los lazos que unen a España con Latinoamérica en cuestiones de comercio. Algo que no para de oírse en los discursos políticos españoles, pero que en este caso ni siquiera tuvo cabida en la intervención del presidente.
La CAF concederá al Gobierno de España un crédito de 130 millones de dólares
A ello sí se refirió el ministro de Fomento, José Luis Ábalos. Lo hizo este lunes en el foro que organizó la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina en Madrid.
Un lugar común, el de Ábalos, que en este caso supo a poco por la naturaleza del foro. Por suerte, Ana de la Cueva, secretaria de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, demostró en ese mismo evento que no todos en el Gobierno de España despachan Latinoamérica con tanta premura.
De la Cueva destacó los proyectos participados por multinacionales españolas en América Latina como el Canal de Panamá, el Metro de Quito y el Metro de Lima. Además, adelantó que la CAF concederá a España un crédito de 130 millones de dólares para que el Gobierno apoye a las empresas que inviertan en Latinoamérica.