(EFE).- Los científicos del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca) hablaron el miércoles por primera vez de «signos positivos» que, pendientes de que se consoliden en los próximos días, podrían anticipar que el final de la erupción en la isla española de La Palma está más cerca.
El descenso de la señal del tremor desde el mediodía del martes y la tendencia descendente de dióxido de azufre (SO2) en el penacho son los parámetros que hacen pensar en ello a los expertos, además de la actividad sísmica, que se mantiene en las mismas zonas y profundidades.
Aunque la evolución de los datos del tremor y de emisiones SO2 «son signos positivos, no hay duda», la portavoz del comité científico del Pevolca, Carmen López, señaló que aún siguen siendo «valores muy altos».
«Si seguimos en ese camino, iremos bien», agregó la científica en el día en el que el Instituto Geográfico Nacional de España ha localizado un tercer sismo de magnitud 5, la más elevada desde que el pasado 19 de septiembre se iniciase la erupción volcánica.
Las clases llevan tres días suspendidas en varios municipios de la isla por la mala calidad del aire debido a la ceniza que expulsa el volcán, lo que obligó a paralizar el dispositivo de acompañamiento de recogida de enseres en todos los barrios.
No obstante, se prevé que a partir de esta tarde la nube de ceniza gire hacia el sur, lo que plantea un escenario favorable para la operatividad en el aeropuerto de La Palma, y la predicción meteorológica apunta a que desde el jueves habrá en la isla lluvias débiles en las zonas norte y este, que pueden ser localmente moderadas.
El volcán continúa provocando daños
Desde el miércoles, los afectados por la erupción pueden presentar sus solicitudes de ayuda a través de un registro único presencial.
Y es que la erupción en La Palma continúa provocando daños tras 45 días desde que comenzó la emergencia volcánica. Hay contabilizadas 2.083 personas afectadas cuyas viviendas se encuentran bajo las coladas del volcán, además de numerosas fincas agrícolas, comercios y otras empresas también dañadas o desaparecidas.
Además, hay más de 7.000 personas evacuadas de manera preventiva del perímetro del volcán.
La superficie cubierta por la lava llega casi a las 998 hectáreas de terreno, según los últimos datos del sistema europeo de monitorización por satélite Copernicus, que sitúa en 6.686 hectáreas la extensión cubierta por cenizas.
Del volcán hablaron hoy los empresarios turísticos de La Palma, quienes consideraron que el sector será fundamental para la recuperación económica de la isla, con el volcán como reclamo: «Deberá pagar el desastre que nos está ocasionando», argumentaron.