(EFE).- El fiscal especial David Weiss afirmó este miércoles que espera que Hunter Biden, el hijo del presidente Joe Biden, sea imputado antes de finales de septiembre por posesión de armas y declaración incorrecta de impuestos.
«La Ley de Juicio Rápido requiere que el Gobierno obtenga la acusación por parte de un gran jurado a más tardar el viernes 29 de septiembre. El Gobierno tiene la intención de solicitar la acusación en este caso antes de esa fecha», dijo en un escrito entregado en el Tribunal de Distrito de Delaware.
El pasado 11 de agosto, el secretario de Justicia de Estados Unidos, Merrick Garland, anunció el nombramiento de Weiss, el fiscal federal de Delaware que había liderado hasta entonces las pesquisas desarrolladas contra el hijo del presidente, como fiscal especial al frente de esa investigación.
Este jurista, señaló entonces Garland, supervisaría la investigación y decidiría «dónde, cuándo y si presentar cargos», sin estar sujeto «a la supervisión diaria de ningún funcionario del departamento».
La acusación contra Hunter
Hunter Biden está acusado de no haber declarado correctamente sus impuestos en 2017 y 2018 y, además, se le ha imputado un delito relacionado con la posesión de un arma de fuego, que es ilegal cuando se trata de una persona con adicciones.
En la vista celebrada el 27 de julio estaba previsto que se declarara culpable tras llegar a un acuerdo con los fiscales federales, pero el trato acabó desmoronándose después de que la jueza que debe dictar sentencia, Maryellen Noreika, nominada por el expresidente Donald Trump (2017-2021), expresara dudas sobre el mismo.
No culpable
En virtud de ese acuerdo, el hijo del presidente hubiera podido evitar una imputación formal bajo ciertas condiciones pero, tras una vista llena de interrupciones y cambios, Hunter Biden decidió no rubricar el pacto y declararse no culpable.
La Casa Blanca aseguró un día después que el presidente no usará su poder para indultar a su hijo si es condenado.
Los republicanos, liderados por Trump, han utilizado la investigación contra Hunter Biden para sembrar dudas sobre sus negocios en el extranjero y para describir a la familia del mandatario como corrupta.
Las pesquisas contra Hunter Biden se abrieron en 2018 durante el mandato de Trump y han sido utilizadas por los conservadores para atacar al presidente demócrata, al que acusan de no haber hecho ningún esfuerzo para llevar esta indagación hasta el final.