Redacción (ALN).- Cuando el exgeneral venezolano Hugo Carvajal escapó sin apuros de una detención en Aruba y de una posible extradición a Estados Unidos en 2014 comenzó a crearse una fama de escapista, una que alargó cuando se mantuvo fuera del alcance de las autoridades españolas durante casi dos años.
Pero el nueve de septiembre pasado, su fama de Houdini moderno se dio de bruces con un operativo de la Policía de España, que apoyada por agentes de la agencia estadounidense contra las drogas, la DEA, logró su detención en un apartamendo de Madrid, donde permaneció escondido y sin ver la luz del día durante meses.
Ese día, este militar que condujo la contrainteligencia de Venezuela en los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro dejó de ser el dueño de los escapes.
La consecuencia de dejar de ser un escapista salta a la vista: Ahora, la extradición a Estados Unidos -que lo reclama por presunto narcotráfico-, a la que ha estado huyendo desde 2014, está cada vez más cerca, luego de que este martes la Oficina de Asilo y Refugio de España rechazara el recurso del general para echar atrás la decisión no condecerle asilo.
«EL POLLO» DE LOS SECRETOS
Sigue siendo «El Pollo», eso sí, el hombre de los secretos.
Eso a juzgar por sus últimas acciones, en las que promete revelar, en una web, información de los desmanes del chavismo al frente de Venezuela en las últimas dos décadas o declarando sobre terrorismo y la presunta financiación ilegal del partido español de izquierda Podemos.
Estas movidas de Carvajal, a todas luces un intento por evitar la extradición a Estados Unidos, han llevado a que el chavismo gobernante lo catalogue como un «traidor», una acusación de la que ya se defendió alegando que solo sigue las enseñanzas de Chávez y advirtiendo que son quienes controlan el poder en Venezuela los verdaderos traidores.
Con información de El País.