Redacción (ALN).- El Banco Interamericano de Desarrollo presentó un plan integral para prevenir y responder de forma adecuada a los desastres naturales en Honduras, Guatemala y Nicaragua. Un plan con 1.600 millones de dólares de presupuesto que los países podrán utilizar para desarrollar infraestructura, gestionar riesgos y proveer servicios básicos a la población más necesitada.
“Los huracanes Eta e Iota remarcaron la necesidad urgente de contar con infraestructura resiliente, la mitigación al cambio climático y la gestión de riesgos en Centroamérica que reduzcan el impacto en las poblaciones afectadas”, dijo el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Mauricio Claver-Carone, que lanzó este martes un plan integral para luchar contra los desastres naturales en Honduras, Guatemala y Nicaragua.
El BID, con el apoyo del Banco Mundial, el Banco Centroamericano de Integración Económica, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de la ONU (Cepal), el Sistema de Integración Centroamericana y otros socios locales, ideó una estrategia basada en cuatro pilares.
Los fondos. El BID puso a disposición de Honduras, Guatemala y Nicaragua 1.600 millones de dólares para los próximos dos años. “Los países pueden utilizar parte de estos fondos para financiar sus prioridades en áreas como el desarrollo de infraestructura resiliente, la gestión del riesgo de desastres y la provisión de servicios básicos a poblaciones vulnerables”, explicó el BID en un comunicado.
Aplazamiento de los intereses. Esto ocurrió en diciembre de 2020, cuando el BID postergó el pago de intereses a estos países a raíz de los huracanes. En paralelo, el banco lanzó el proyecto piloto de los “bonos por catástrofe”. Estos ofrecen cobertura “contra riesgos vinculados a desastres y se adaptan a aquellos riesgos sobre los cuales los países quieran tener cobertura”.
Apoyo a pequeñas empresas. El grupo de innovación del BID, más conocido como BID Lab, se alió con la Fundación Covelo para poner 60 millones de dólares a disposición de 40.000 micro y pequeñas empresas afectadas tanto por la pandemia, como por los huracanes. La idea es que puedan “acceder a préstamos que les ayuden a reactivar sus negocios de forma inmediata”.
Conocimiento. Como apoyo al plan, el BID asegura trabajar “en la generación de una agenda de conocimiento para difundir buenas prácticas en materia de gestión de riesgos, mediante una serie de diálogos en la región, en los que se compartirán lecciones aprendidas en otros países”. Ponen como ejemplo la experiencia de Nueva Orleans en Estados Unidos, devastada por el huracán Katrina en 2005 y que hoy es ejemplo mundial de ciudad resistente a desastres naturales.
Cabe recordar que el BID lleva más de una década trabajando por la adaptación al cambio climático en Centroamérica. Los sistemas de alerta temprana se han visto fortalecidos. Los protocolos de evacuación, así como las agencias encargadas de estas tareas, también.
Sin embargo, las amenazas continúan. El Índice de Gobernabilidad y Políticas Públicas en Gestión de Riesgo de Desastres del BID “confirma que la mayoría de los países de la región tienen aún brechas significativas en la gobernanza de este tipo de riesgos”.
“Si bien los países han desarrollado sistemas de alerta ante desastres naturales, el desafío es avanzar hacia la prevención y manejo de la vulnerabilidad frente a estos eventos, acelerando así la implementación de una agenda de adaptación y desarrollo de infraestructura resiliente”, concluyó el BID.