(EFE).- Las autoridades ucranianas publicaron hoy un vídeo en el que varios combatientes de la ciudad de Mariúpol describen los síntomas de lo que consideran pueden ser los efectos de armas químicas supuestamente usadas por el ejército ruso en el asedio a esa ciudad.
En el vídeo, publicado por el batallón Azov en su cuenta de Telegram y difundido también en la página web del ayuntamiento de Mariúpol, varios militares y civiles aseguran que algunas personas sufrieron síntomas de asfixia debido a una nuble blanca que afecto este lunes la zona de la planta de Azovstal, en dicha ciudad, aunque no se produjeron víctimas mortales.
«Las víctimas de la propagación de la sustancia venenosa de origen desconocido en la ciudad de Mariúpol se encuentran en un estado relativamente satisfactorio», informaron los combatientes ucranianos, que agregaron que el contacto de los civiles con dicha sustancia «fue mínimo».
El foco de origen de dicha sustancia, agregaron, «es imposible investigar debido al fuego enemigo y porque los rusos siguen utilizando la táctica de ocultar sus propios crímenes», agregaron.
En el video se puede ver a un militar que resultó afectado de manera moderada y otros dos que siguen bajo supervisión médica, así como una anciana que sigue sin poder caminar.
Según los combatientes, los principales síntomas que presentan las víctimas son hiperemia facial, hipertensión arterial, sequedad e inflamación de la boca y de las mucosas de los ojos.
«Ahora está claro que el enemigo ha utilizado sustancias venenosas o potentes sustancias venenosas, principalmente las sofocantes. Sin embargo, debido a un bloqueo completo (de la ciudad), es imposible realizar un análisis toxicológico», aseguran los militares.
La milicia separatista de Donetsk negó este martes haber utilizado armas químicas para asaltar la planta de Azovstal en la ciudad portuaria de Mariúpol, según dijo un portavoz a la agencia rusa Interfax.
Mariúpol, ciudad ubicada a orillas del Mar de Azov, permanece asediada por las tropas rusas desde el inicio de la invasión, el pasado 24 de febrero.
Más del 80 por ciento de las edificaciones de la ciudad han sido destruidas por los bombardeos y los residentes que quedan en ella, -se calcula que entre 100.000 y 160.000- no disponen de agua, gas, electricidad ni productos de primera necesidad.