Juan Carlos Zapata (ALN).- Primero fue un secreto. Luego un susurro. Y acaba de ser asomado el dato en una televisora en Caracas. Lo dijo el periodista Vladimir Villegas en el programa ‘Contraste y Controversia’ que se estrenó por Globovisión. Villegas señaló que “existen personas ligadas “a los partidos “Voluntad Popular y Primero Justicia que pretenden negociar con el Gobierno de Nicolás Maduro” con el fin de “buscar una solución al conflicto político que vive Venezuela”.
Desde hace varios días ronda la especie en medios diplomáticos. Se habla de un equipo de cuatro personas. Dos en representación de Maduro y dos en representación de un sector de la oposición. Por Maduro, el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, y el gobernador del estado Miranda, Héctor Rodríguez. Por la oposición, se señala al exministro del gobierno de Carlos Andrés Pérez, Fernando Martínez Mottola y al exdiputado, Gerardo Blyde.
La primera novedad es que en el proceso aparece un equipo de mediadores de Noruega, conformado por figuras del más alto nivel de este país. Negociadores con experiencia. Que estuvieron involucrados en los diálogos en La Habana que culminaron en los acuerdos entre el gobierno de Colombia y las FARC.
Se habla de un equipo de cuatro personas. Dos en representación de Maduro y dos en representación de un sector de la oposición. Por Maduro, el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, y el gobernador del estado Miranda, Héctor Rodríguez. Por la oposición, se señala al exministro del gobierno de Carlos Andrés Pérez, Fernando Martínez Mottola y al exdiputado, Gerardo Blyde
La segunda novedad es que se trataría de una iniciativa emprendida por el jefe del partido Voluntad Popular, Leopoldo López. Y llama la atención que los contactos habrían comenzado antes de la fallida jugada político-militar del 30 de abril. Inclusive, que el equipo noruego ya hizo un primer viaje a Caracas. Si esto es así, ¿cómo es que se produce el 30 de abril? ¿Por qué se avanzó en esta operación? Quienes comentan el asunto, arrecian las críticas hacia López debido a su participación en el 30 de abril, y la manera como estaría encarando esta nueva movida.
Llama también la atención el secretismo. Es cierto que para que las negociaciones avancen hay pasos que tienen que darse en estricto secreto, como puede ser esta fase, en la que todo estaría comenzando. Sin embargo, la iniciativa ni siquiera proviene de Juan Guaidó, informan fuentes del partido Voluntad Popular al que también pertenece el Presidente Interino, sino del propio Leopoldo López. Los otros partidos, no estarían informados y mucho menos involucrados. Se han enterado. Y como se enteran, también comentan la especie. Una fuente conocedora de experiencias de negociación, apunta que en esta fase las partes no han arribado a temas específicos, y que aún se encuentran definiendo aspectos de metodología.
Llama también la atención que los contactos y la potencial negociación que derive de ellos, sean promovidos por la dirigencia o los dos partidos que hicieron más por la ruptura de lo que se había alcanzado en las mesas de diálogo de República Dominicana. Eran, por lo demás, negociaciones que se desarrollaban con la participación del conjunto de las fuerzas opositoras. Pero, como suele suceder y ha sucedido en toda esta larga crisis venezolana, los celos y recelos abortan experiencias. Entonces, se procede a ejecutar una suerte de derecho de veto. Que como no fui yo quien comencé tal iniciativa, pues esta tiene que fracasar.
¿Perdió la oposición venezolana la oportunidad de ganarle las elecciones a Maduro?
Vale destacar que si algo puso en evidencia los hechos del 30 de abril es que hay sectores de la Fuerza Armada y del régimen de Maduro dispuestos a negociar. El propio Maduro, en esta reciente crisis, que arrancó el 10 de enero con su juramentación para un periodo presidencial que más de 50 países no reconocen, no ha dejado de señalar la necesidad de volver a la mesa de diálogo. Propuesta que ha encontrado un solo eco en la oposición: que el diálogo solamente sirve a los intereses de Maduro de ganar tiempo. Y la crítica más dura es, por cierto, de los partidos Primero Justicia y Voluntad Popular. Por tanto, hay que preguntarse: ¿Y cómo es que ahora se plantea esta nueva posibilidad? Por lo dicho líneas arriba, de que la que vela es mi iniciativa y no la de otros.
Pero también puede ser que los actores de la ruptura se hayan percatado de que hay que optar por la carta de le negociación. Y ello conduce a estas preguntas:
¿Es el reconocimiento de que la ruta planteada para el cese de la usurpación no dará resultado?
¿Es el reconocimiento de que la Fuerza Armada no abandonará a Maduro?
¿Es el reconocimiento de que no habrá intervención militar?
¿Es el reconocimiento de que el pueblo venezolano no se inclina por la confrontación?
¿Es el reconocimiento de que no son suficientes las sanciones para quebrar al poder madurista?
Aireada la cuestión en público, alguien tiene que aclarar si hay negociaciones en marcha. Y en qué consiste esta iniciativa distinta, por ejemplo, a la del Grupo de Contacto promovida por la Comunidad Europea que, por cierto, enviará en los próximos días una delegación a Caracas. Las fuentes también informan que Washington ha sido informado debidamente de la nueva propuesta. Hay estrechos vínculos, por ejemplo, entre expertos internacionales de negociación que establecieron el nexo con el equipo noruego, y los actores principales para el caso Venezuela de la Administración Donald Trump, como Elliott Abrams.