Elizabeth Fuentes (ALN).- Para hacerles la vida y el negocio más fáciles y placenteros, algunos expertos se han dedicado a categorizar desde el mejor catering de una determinada línea aérea hasta las fortalezas de un determinado hotel, con miras a complacer a aquellos empresarios que exigen algo más que regresar a casa con un contrato firmado. Las presiones de un viaje de negocios -discusiones a veces duras, días lejos del país, de la familia, mucho dinero en riesgo- necesitan ser amortiguadas con la mayor comodidad posible y un entorno lo suficientemente amigable como para querer repetir la travesía. Hoteles, aerolíneas y hasta gobiernos, que ven en los viajes de negocios una fuente de ingresos fuerte y segura, han desplegado estrategias destinadas a competir entre sí para enamorar un mercado difícil. Pero a algunos se les atraviesan los temibles (o anhelados) rankings de «los mejores» de cada industria, lista anual de bendecidos que empresas grandes y clientes exclusivos siguen a pie juntillas con la misma devoción que los gourmets obedecen al dictado de las estrellas Michelin.
La aerolínea indicada
Y todo comienza por el avión. Los viajeros frecuentes deben saber que Qatar Airways fue seleccionada como la mejor Business Class a escala planetaria y que en su interior se conseguirán no con un asiento sino con una cabina ultraespaciosa que contiene una pantalla más grande de lo usual para ver filmes o navegar por internet durante el viaje. A la hora de comer no habrá una azafata repartiendo una bandeja de plástico sino que traerá un menú de cinco platos y postre, diseñado por el chef Nobu Matsuhisa -quien posee el prestigioso restaurante Nobu en New York-, y al momento de acicalarse se encontrará con productos Giorgio Armani, así como ropa de dormir de lujo, de la marca italiana Frette. Aunque la satisfacción de volar por Qatar, por ahora, está destinada a Australia, África, Gran Bretaña, Italia y algunas ciudades de Estados Unidos y Europa, la buena noticia es que ya anunciaron que este año abrirán sus vuelos a Suramérica, específicamente Chile y Brasil. Para programar el viaje, debe considerar el costo de volar en Qatar. La oferta para Economy Business Class va desde 3.500 dólares el vuelo ida y vuelta desde Philadelphia a Abu Dabi, hasta 10 mil dólares si se adquiere Business Class Flexible, que otorga un número mayor de millas y permite tres maletas en el equipaje.
Los viajeros frecuentes deben saber que Qatar Airways fue seleccionada como la mejor Business Class a escala planetaria.
Pero si Qatar no ofrece el vuelo deseado, la lista de los diez mejores Business Class -seleccionada por viajeros de todo el mundo que participan cada año en la encuesta de Satisfacción de Pasajeros conducida por Skytrax– es en orden de importancia: 1) Qatar Airways, 2) Singapore Airlines, 3) Etihad Airways, 4) Emirates, 5) Cathay Pacific, 6) ANA All Nippon Airways, 7) EVA air, 8) Turkish Airlines, 9) Air France, 10) Lufthansa.
En Air France, por ejemplo, el precio no varía mucho en relación a Qatar. El viaje directo Bogotá-París costaría 3.952 dólares, precio que incluye todas las comodidades posibles, como un chef a bordo y sus nuevas cabinas «personalizadas» que, según la empresa, se transforman en despacho, restaurante, sala de entretenimiento y dormitorio. A la hora de comer y beber, Francia se luce nuevamente porque en Business, el itinerario gastronómico comienza por una copa de champagne. «Los embajadores de la gastronomía francesa e internacional alternan a bordo para sorprenderle durante todo el viaje. Así podrá descubrir las creaciones de grandes chefs estrella como Régis Marcon, Michel Roth y Guy Martin. Estos chefs le proponen exquisitas creaciones dulces y saladas», todas acompañadas por los grandes clásicos de la producción vinícola francesa.
El mejor hotel
Obviamente, la aerolínea es solo el comienzo de un buen viaje. De allí en adelante, los hoteles deben hacer lo suyo. Y para hacerlo bien en el universo empresarial, también cuentan con un temido (y anhelado) ranking internacional, el World Travel Awards, considerado el Oscar de la industria del turismo y donde participan empresarios y gente ligada a la industria en todo el mundo. En su medición más reciente, el Swissotel de Lima se alzó con los premios a «Mejor hotel para hacer negocios» y «Mejor hotel de lujo» en Suramérica, más el Premio a la Excelencia como Mejor Hotel Urbano concedido por Conde Nast Traveler, tres galardones que ahora incluyen dentro de su menú de atractivos para convencer a los ejecutivos de que son el mejor equipado de la región a la hora de buscar desde un Salón de Convenciones para 1.300 personas hasta una sala pequeña donde degustar una cena mientras se discuten los términos de un buen contrato.
Ubicado en San Isidro, la zona residencial más exclusiva de Lima, el Swissotel está a metros de restaurantes tres estrellas de la talla de Astrid y Gastón o Malabar, dos de los considerados entre los mejores del mundo, y la bienvenida a sus huéspedes comienza en el aeropuerto de Lima, donde le envían una limosina de lujo con un chofer bilingüe, como preámbulo de la conocida hospitalidad suiza que se instauró en el hotel desde sus inicios. Hospitalidad que ha continuado a pesar de que el año pasado fue adquirido por la cadena francesa AccorHotels, que compró el holding FRHI, propietario de las cadenas Fairmont, Raffles y Swissôtel, tres de las marcas del sector de hoteles de lujo. AccorHotels reveló que pagará 840 millones de dólares y emitirá otros 46,7 millones en acciones por toda la operación, negocio que probablemente firmaron en cualquiera de sus hoteles cinco estrellas.
“La inversión hotelera en nuestro país sigue creciendo y consolidando a Lima como un hub de congresos y reuniones”, señaló Carlos Canales, presidente de la Cámara Nacional de Turismo del Perú (Canatur), cuando anunció que el sector turístico peruano tenía asegurada una inversión superior a 1.500 millones de dólares, inversiones que se orientaron hacia nuevas infraestructuras hoteleras y restaurantes de primer nivel, entre ellos la remodelación del Swissotel de Lima, que culminó en 2014 con la construcción de dos edificios, de cinco y 18 pisos cada uno. Esto le garantizó 300 habitaciones adicionales y un nuevo salón de convenciones para 3.500 personas. En su portal, ofrecen una Business Promotion que garantiza el desayuno, servicio gratuito de wifi, lavado de dos piezas de ropa y 15% de descuento en toda la estadía a un precio de 250 dólares la noche.
El Swissotel de Lima se alzó con los premios a Mejor hotel para hacer negocios y Mejor hotel de lujo en Suramérica.
La ciudad perfecta
Pero si el hotel cumple su parte, la ciudad que lo alberga debe contener también algunos requisitos. Y para conocerlos, también existe una lista, implacable en algunos casos. La más reciente y completa es la publicada por América Economía, donde se considera Servicios a empresas, Servicios a ejecutivos, Infraestructura y Conectividad física, Capital humano, Marco Social y Político, Destinos aeroportuarios internacionales directos, y Presencia de cadenas hoteleras globales, entre otros requisitos. ¿La ganadora? Miami, seguida muy de cerca por Santiago de Chile, ambas con casi 100 puntos en todos los requisitos (aunque Santiago de Chile adelanta a Miami en el Marco Político y Social). De allí en adelante, en la lista de las diez primeras, les siguen: Ciudad de México, Sao Paulo, Bogotá, Buenos Aires, Ciudad de Panamá, Lima, Montevideo y Gran Valparaíso. ¿La peor de todas, ocupando el número 52? Caracas, que en todas las áreas sale mal calificada. Cuenta apenas con dos cadenas hoteleras globales y en cuanto al Servicio a Ejecutivos, obtuvo apenas 19 puntos de un porcentaje de 100.
Paradójicamente, el turismo de negocios se ha convertido en otro buen negocio. Expertos aseguran que aporta un aproximado de 7,2% de turistas y que el gasto promedio de un viajero de negocios es 53% mayor que el de quienes viajan por placer. No es por azar ni vanidad entonces que hoteles, aerolíneas y gobiernos responsables, se empeñen en aparecer en las famosas y temibles listas de favoritos, algo que nadie puede comprar.