Redacción (ALN).- El encargado de negocios de la embajada de Nicolás Maduro en el Vaticano tuvo que pedir asistencia humanitaria a la Orden de Malta para tratar el embarazo de su esposa, puesto que la Cancillería de Maduro no le paga el sueldo. Por otro lado, hay agregados militares trabajando en Uber y jardinería, tras sumar un año sin pagos. E incluso, en varios países de Europa, han dejado de cancelar la Seguridad Social de los empleados locales de las embajadas.
Carlos Eduardo García García, el encargado de negocios del régimen de Nicolás Maduro en el Estado del Vaticano, ha tenido que recurrir por necesidad a algo insospechado para un diplomático. Su esposa está embarazada, pero García García es otro de los miembros de las delegaciones diplomáticas que tienen más de un año sin cobrar. Ahora ha tenido que pedir auxilio humanitario a la Orden de Malta.
Así lo confirmó una fuente de la Cancillería de Maduro en Caracas al diario ALnavío.
“Esto nunca llegó a pensarse, pero está sucediendo. No tener recursos ni seguro para atender el nacimiento de un hijo cuando estás en una misión diplomática por tu país es sencillamente grave”, dijo.
El encargado de negocios tiene poco menos de un año de ser nombrado; de hecho, su designación fue el 28 de noviembre pasado y cayó entonces en el calvario de centenares de empleados de las legaciones diplomáticas del régimen de Maduro que no cobran los sueldos con regularidad, tampoco reciben bonos y se llega al extremo de que en algunos países se dejó de aportar a la seguridad social.
El encargado de negocios tiene poco menos de un año de ser nombrado; de hecho, su designación fue el 28 de noviembre pasado y cayó entonces en el calvario de centenares de empleados de las legaciones diplomáticas del régimen de Maduro que no cobran los sueldos con regularidad, tampoco reciben bonos y se llega al extremo de que en algunos países se dejó de aportar a la seguridad social.
La Orden de Malta, orden religiosa católica dedicada a la asistencia hospitalaria fundada hace más de 900 años, está cooperando con Carlos García García y su esposa y, según la fuente de ALnavío, se encargará de todo.
“Los miembros de la Orden de Malta estaban sorprendidos porque es la primera vez en su historia que un miembro de una delegación diplomática les pide un auxilio de este tipo”, comentó.
La misma organización se involucró desde 2018 en la ayuda humanitaria para los venezolanos que huyen del país y se integró con el gobierno de Colombia para ofrecer servicios médicos a los migrantes que cruzaban la frontera. Su aporte más reciente para cooperar con el éxodo venezolano fue en marzo pasado con las gestiones para que el gobierno de Hungría concediera asilo a cientos de venezolanos.
Un grueso del personal, advierte la fuente, continúa en las embajadas y oficinas consulares, sólo esperando a que el despacho de Jorge Arreaza, canciller de Maduro, pague los sueldos caídos y puedan regresar a la normalidad.
“Hay incluso agregados militares que están trabajando como choferes en Uber o como jardineros, algo tienen que hacer para vivir”.
La situación se agrava cuando los impagos del régimen de Maduro trastocan los registros de la Seguridad Social en varios países de Europa.
“No están ni siquiera pagando la Seguridad Social a los empleados de las embajadas en países como Portugal, España, Italia, Suiza, Francia, y esto deja abierta una brecha para que todos estos trabajadores queden desasistidos de servicios médicos”, señaló.
Mientras tanto Jorge Arreaza y los viceministros viajan sin limitaciones para sus equipos. “Por un lado está el derroche del canciller y sus delegados comiendo en restaurantes lujosos y hospedándose en grandes hoteles, y por el otro la precariedad de muchos venezolanos que luchan por mantener un puesto de trabajo”, refirió la fuente.