Redacción (ALN).- El presidente socialista de Venezuela, Nicolás Maduro, ha dejado en claro que desea hacer un trato con el Gobierno del presidente demócrata de Estados Unidos, Joe Biden, en medio de la sequía de inversiones internacionales y de la acuciante crisis económica que atraviesa el país caribeño.
«Si Venezuela no puede producir petróleo y venderlo, no puede producir y vender su oro, no puede producir y vender su bauxita, no puede producir hierro, etcétera, y no puede generar ingresos en el mercado internacional, ¿cómo? ¿Se supone que debe pagar a los tenedores de bonos venezolanos? Este mundo tiene que cambiar. Esta situación tiene que cambiar», dijo Maduro, un exchofer de autobús y sindicalista de 58 años, en una entrevista que publica este viernes el medio estadounidense Bloomberg.
Para hacer llegar su mensaje con mayor rapidez, Maduro ha hecho algunos cambios que parecían imposibles hace solo algunos meses: liberó a algunas personas que la oposición de Venezuela consideraba «presos polítcos», alivió el control de cambios que rige en el país caribeño desde 2013 y ahora prepara una ley para transformar algunas zonas del país en paraísos de inversión extranjera.
Esta última medida, asevera, convertirá a Venezuela «en la tierra de las oportunidades».
«Estoy invitando a inversores estadounidenses para que no se queden atrás», señala. Pero estas inversiones, a las que llama casi cada día, dependerán de nuevas licencias de Estados Unidos para actividades económicas de este país en territorio venezolano.
O, mejor, del levantamiento de las sanciones.
Pero sobre esto último, y sobre una posible negociación con el Gobierno de Biden, Maduro dice que no haber recibido ninguna señal.
«No ha habido un solo signo positivo», dice. «Ninguno».
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