(EFE).- Unas excavaciones arqueológicas que se llevan a cabo en la provincia de Zaragoza (norte de España) han llevado al descubrimiento de dos fosas con personas asesinadas durante la guerra civil española (1936-1939), que podrían albergar hasta 150 cuerpos.
La excavación tiene lugar en el cementerio de la localidad de Belchite, escenario de una de las batallas más cruentas de la contienda española, y en la primera fosa ya aparecieron quince cuerpos.
Apenas transcurridos dos días del golpe de Estado de las tropas que se sublevaron contra la república, el 18 de julio de 1936, el pueblo de Belchite sufrió las primeras represiones por parte de falangistas y otros grupos de sublevados que acabaron con la vida de unas 150 personas, que pueden ser las que ocupen esa primera fosa descubierta.
El presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Democrática de Belchite, José Vidal, señaló que de esos 150 asesinados «hay documentación específica», si bien relató a Efe que los fusilados durante la Guerra Civil en el pueblo ascendería a unas 400 personas, 325 de la localidad y el resto de otros municipios de alrededor.
Los trabajos de excavación, que comenzaron el pasado 30 de septiembre, permitieron que afloraran restos óseos, cuya posición indicaba que habían sido «tirados», además de denotar una «violencia importante», según el arqueólogo y codirector de la excavación, Gonzalo García, como el caso de un cuerpo que apareció maniatado, boca abajo y con un tiro en el cráneo.
Entre la quincena de cuerpos aparecieron varias mujeres jóvenes, una menor de 18 años. En conjunto, son hombres y mujeres de entre la veintena y los cuarenta años, muy pocos de edad avanzada.
Para el antropólogo José Ignacio Lorenzo, se trata de un descubrimiento «muy importante» porque, aunque se conocían los sucesos, no había testigos presenciales ni se sabía quiénes eran las personas, por lo que hizo un llamamiento a descendientes de Belchite para que contacten con la asociación para la toma de muestras de ADN, ya que una vez concluyan las exhumaciones queda un trabajo «minucioso» para individualizar los restos.
Según expertos y asociaciones de memoria, se calcula que unas 130.000 personas están enterradas en fosas comunes sin identificar en todo el territorio español, de las que 90.000 habrían sido fusilados durante la guerra civil y 40.000 en la posguerra.
La recuperación de estos cuerpos es una reivindicación constante por parte de los familiares de las víctimas, sobre todo teniendo en cuenta que familia directa (hijos y hermanos) ya casi no quedan, puesto que hace más de ochenta años que terminó la guerra civil.
Sin embargo, a pesar de que existe una Ley de Memoria Histórica desde 2007, aún no se ha cerrado este capítulo de la historia de España y en la actualidad se tramita en el Congreso otra Ley de Memoria para impulsar la recuperación de los desaparecidos durante la guerra civil y la dictadura y reparar a las víctimas.