(EFE).- Investigadores del Cima Universidad de Navarra, en el norte de España, han logrado que los tumores de pulmón resistentes a la inmunoterapia respondan al tratamiento, al descubrir que su ‘talón de Aquiles’ está en la inhibición de DSTYK, un tipo de proteína involucrada en el desarrollo tumoral.
Esta proteína se encuentra alterada en un porcentaje elevado de pacientes, lo que la convierte en una nueva diana terapéutica para el tratamiento de esta enfermedad, principal causa de muerte relacionada con el cáncer en el mundo, explican en un comunicado.
Este estudio reconoce por primera vez la dependencia entre la proteína DSTYK y el cáncer de pulmón, un hallazgo que “permite identificar a aquellos pacientes que no van a responder a la inmunoterapia”, señala Karmele Valencia, investigadora del Programa de Tumores Sólidos del Cima y primera autora del artículo.
Además, “priorizar esta nueva diana sentaría la base para el desarrollo de fármacos y ensayos clínicos que puede ampliar el porcentaje de pacientes que se benefician de los tratamientos basados en inmunoterapia”, apunta Luis Montuenga, también investigador del Programa de Tumores Sólidos del Cima e investigador principal del estudio.
En este trabajo, que se publica en el último número de la revista científica Journal of Experimental Medicine, han colaborado investigadores de la Clínica Universidad de Navarra, de la Universidad de Navarra, de la Universidad Colonia y del Instituto de Oncología Vall d’Hebron de Barcelona. Varios de los investigadores de este trabajo pertenecen al Centro de Investigación Biomédica en Red en Cáncer (CIBERONC) y al Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra (IdiSNA).
El cáncer de pulmón es la principal causa de muerte relacionada con el cáncer en el mundo. Según el último informe de la Sociedad Española de Oncología Médica, este tipo de cáncer es responsable del 18% de los fallecimientos por cáncer a nivel mundial.
Este mismo informe señala que en 2022 en España se diagnosticarán 30.948 nuevos casos de esta enfermedad, apunta el Cima, que añade que en la última década ha mejorado la supervivencia al cáncer de pulmón gracias a estrategias de prevención, detección precoz y a la mejora de estrategias terapéuticas basadas en la medicina personalizada y la inmunoterapia. Sin embargo, aún hay pacientes que no responden a estas terapias.
En los últimos años se ha propuesto un tratamiento prometedor para el cáncer de pulmón que consiste en modular la autofagia, “un proceso por el que las células destruyen su propio contenido para sobrevivir».
Así lo indica Montuenga, quien señala que «se ha demostrado que la autofagia desempeña un papel central en la formación del tumor y en su progresión, ya que una vez establecido el tumor, la autofagia alimenta y apoya el crecimiento de las células cancerosas y contribuye a la resistencia a los fármacos, influyendo en la evasión inmunitaria del tumor”.
En su estudio han demostrado que «la proteína DSTYK es un regulador central de la autofagia. Al inhibir esta proteína el proceso de autofagia se colapsa logrando aumentar la sensibilidad de las células tumorales a las terapias basadas en la inmunidad».
«Este descubrimiento apoya la relevancia de esta proteína como diana terapéutica para avanzar en los esfuerzos de medicina personalizada para el tratamiento del cáncer de pulmón”, explica Valencia.