Redacción (ALN) .- Guillermo Cifuentes, dueño del sauna donde fueron detenidas más de 30 personas en Valencia, rompió el silencio tras permanecer varios días tras las rejas.
En una entrevista ofrecida a WTC Radio, acotó que él es el único dueño de Avalon Man Club y sostuvo que la policía alegaba que el local era un lugar clandestino.
«Todo empezó el día viernes a las 3:00 p.m. cuando recibo una llamada telefónica, la cual la vi normal, porque me empezaron a preguntar cosas correspondientes al spa. Que servicios prestamos, el horario y el costo de las entradas, pero la cosa se pone rara cuando me preguntan que si nosotros organizábamos orgías allí previamente, lo cual le contesté que no porque no es nuestro fin. Me empezaron a hacer otras preguntas más allá y vi la cosa extraña, después se cayó la llamada y no insistieron más», comentó.
La visita de la policía al sauna en Valencia
Tras la llamada, señaló que se dirigió a la recepción del lugar cuando su pareja le informó de la presencia de oficiales. «Cuando llego lo hice grabando porque uno no sabe como tal qué es lo que sucede aquí y qué es verdad o mentira por todo lo que se ha visto en las redes sociales. Me preguntaron que por qué estaba grabando y les dije que es mi derecho (…) me empezaron a pedir los documentos del local y me dicen que esto es un spa gay, y que en los papeles no dice eso».
«Noté que todos estaban afuera y le dije a uno de los oficiales que no podían entrar porque dónde estaba la orden de cateo. Ante eso, uno de ellos me respondió que habían conseguido droga (popper). Yo lo confronto y le digo que eso es ilegal y que no sé si eso lo trajo él y es algo sembrado. A lo que me dice que eso lo consiguieron y un cliente lo avalaba. Y empieza una discusión porque les dije que no iban a entrar porque eso es un local privado», expresó.
Los llevaron a comando de la PNB
Posteriormente, indicó que las 33 personas fueron llevadas a un comando de la PNB. «Pero ellos solo llegaron con dos patrullas y nos pidieron el favor de distribuirnos en los propios carros de los clientes porque solo íbamos a ir a una revisión de rutina para ver si estábamos solicitados».
Sin embargo, resaltó que después se percataron que las fotos tomadas en la sede policial fueron filtradas.
«Me sentí responsable por la foto (que se filtró), por las familias que se quebraron, por las situaciones; a pesar de que la foto no la tomé, ni la pase yo. ¿Cómo destruirle la vida a una persona con una foto? Lo más fuerte es la de uno de los compañeros en el Palacio de Justicia que está sentando conmigo y me dice me quiero matar, quiero acabar con mi vida. Después otro llegó con familiares que no aceptan eso, otro golpe, estaba preocupado porque hasta en broma decía no me saquen, déjenme aquí», recordó.
«Soy gay y soy feliz»
«Yo la verdad es que no soy culpable, soy gay y soy feliz así. Yo respeto a los que no son y pido que me respeten a mí. Apoyo a la comunidad. Mi pareja fue un apoyo y más que agradecerle, le pido perdón por todo lo vivido», dijo.
Guillermo agregó que uno de los momentos más difíciles fue cuando lo separaron del resto de sus compañeros y le dicen que los demás serían liberados, pero que él y su pareja iban a ir presos.
«Pregunté cuál era el delito y me dijeron fue que van presos. Ellos saldrán y ustedes se quedan aquí. Ellos asociaron a mi pareja como un socio más del local. Les dije que no tenía la culpa, que él era un empleado y que no tenía que pagar por algo que no hicieron mal», manifestó.