Leticia Núñez (ALN).- El economista Pedro Palma advierte que el país debería crear un fondo de estabilización macroeconómica “en el que se ahorre buena parte de los nuevos ingresos petroleros”, para así “minimizar los efectos negativos de futuros desplomes y evitar la condición rentista de su economía». Guyana se prepara para entrar en el selecto club de potencias petroleras. El pequeño país sudamericano, de unos 800.000 habitantes, y de habla inglesa, tiene todas las papeletas para convertirse en el siguiente gran productor de petróleo después de que dos titanes como Exxon Mobil y Hess Corporation anunciaran el pasado 13 de enero el descubrimiento del que podría ser uno de los mayores yacimientos de petróleo y gas natural hallado en las últimas décadas.
“Este importante hallazgo hace de la zona una relevante provincia de exploración”, aseguró en un comunicado el presidente de Exxon Mobil, Steve Greenlee. “Esperamos trabajar con el Gobierno y continuar evaluando el potencial de la zona de exploración”, añadió. De hecho, las primeras estimaciones apuntan que, en los yacimientos de Guyana, ubicada al este de Venezuela, se podría conseguir alrededor de 4.000 millones de barriles. Al precio actual, según The New York Times, el país ingresaría unos 200.000 millones de dólares (aproximadamente 187.996 millones de euros) solo con el petróleo. Además, según el comunicado, “se identificó un depósito adicional de alta calidad justo debajo del campo Liza, que podría contener entre 100 y 150 millones de barriles”.
Venezuela está en deuda con Exxon, pues se ha negado a pagar 1.600 millones por la expropiación sin compensación de la que fue víctima”
Para hacer realidad todas estas valoraciones, la República Cooperativa de Guyana (su nombre oficial) necesitaría desarrollar oleoductos y más infraestructuras. “La explotación de un yacimiento como éste tomará tiempo y altas inversiones. Para Guyana podría significar un incremento importante de sus exportaciones y del flujo de divisas que recibe, y generar una apreciación de su moneda y eventualmente el padecimiento de la enfermedad holandesa con la consiguiente pérdida de competitividad de su industria de exportación”, señala en declaraciones al diario ALnavío Pedro Palma, profesor Emérito del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA) de Venezuela y expresidente de la Cámara Venezolano-Americana de Industria y Comercio.
Para evitarlo, dice Palma, tendrían que crear un fondo de estabilización macroeconómica “en el que se ahorre buena parte de los nuevos ingresos petroleros, lo cual permitiría minimizar los efectos negativos de futuros desplomes de los volátiles precios internacionales”. Además, sostiene, evitaría caer en la condición rentista de su economía, “como ha sido el caso de Venezuela”.
“Ese fondo le permitiría a Guyana disponer en el futuro de importantes recursos para desarrollar su infraestructura física, condición indispensable para el desarrollo de su economía de forma diversificada y sostenible. Ojalá lo hagan así y no cometan los errores de Venezuela”, señala Palma, economista venezolano especializado en macroeconomía y socio fundador de la consultora Metroeconómica. De concretarse comercialmente, el descubrimiento petrolero en el Esequibo podría ser sustancial para la economía guyanesa, basada en el azúcar y el oro.
El primer hallazgo, en mayo de 2015
Sin embargo, no es la primera perforación exitosa. En mayo de 2015 la propia Exxon Mobil anunció que había descubierto una gran reserva petrolera en aguas de Guyana que reclama Venezuela. La consultora Woods Mackenzie apuntó que el yacimiento “podría tener un valor de 1.000 millones de dólares” (aproximadamente 942 millones de euros) y que el descubrimiento no estaba en aguas en disputa. Eso sí, la firma advirtió que “podría crear tensión entre ambos países”, puesto que Venezuela ha reclamado como suyo el territorio del Esequibo, administrado en la actualidad por Guyana.
La disputa se remonta al siglo XIX: Guyana era colonia inglesa y Reino Unido intentaba expandirse por América del Sur. Venezuela pidió entonces la ayuda de Washington, que propuso un arbitraje entre las partes. En 1898 se conformó en París un tribunal cuya decisión fue favorable a los británicos, que obtuvieron casi toda la tierra que reclamaban. Sin embargo, Venezuela, que no estuvo representada directamente, declaró la nulidad de la sentencia.
En 1966, Venezuela y Reino Unido firmaron el Acuerdo de Ginebra, donde se acordó crear una comisión mixta para buscar un mecanismo que pusiera fin al conflicto. Desde entonces, la reclamación está sometida a intermediación de la Secretaría General de las Naciones Unidas bajo las condiciones del citado acuerdo. De ahí que el descubrimiento petrolero pueda generar más tensiones entre Guyana y Venezuela. Ya en julio de 2015 Nicolás Maduro retiró al embajador de Venezuela en Georgetown y, posteriormente, Guyana hizo lo propio con el suyo en Caracas. Y es que el Esequibo es un territorio de más de 150.000 kilómetros cuadrados, rico en recursos minerales como bauxita, manganeso, oro, diamantes, sílice, cobre, uranio o hierro, entre otros.
En mayo de 2015, Exxon Mobil ya anunció que había descubierto una gran reserva petrolera en aguas de Guyana
“Para Venezuela ese descubrimiento es de particular relevancia, pues demuestra que las expectativas de que esa área podría ser rica en petróleo se han confirmado”, asegura Palma. Asimismo, descarta una reacción negativa del Gobierno de Caracas: “Podría generar una reacción de parte de Venezuela, aunque, pienso, tardía y de pocos o ningún resultado; entre otras cosas, porque el ablandamiento de la posición venezolana por parte de Chávez en años pasados abrió la posibilidad de que Guyana invitara a inversionistas extranjeros para realizar actividades exploratorias en las zonas en reclamación”.
“Venezuela, en deuda con Exxon”
Precisamente, eso es lo que ha hecho Exxon. “Creo que, a estas alturas, las posibilidades de que Venezuela pueda obtener algún beneficio o reivindicación de ese hallazgo son mínimas, por no decir nulas”, continúa el profesor, señalando como factor de especial relevancia que el nuevo secretario de Estado de EEUU fue hasta hace pocas semanas presidente de la petrolera. “Y bajo su dirección la compañía realizó las actividades exploratorias”, matiza.
Además, según recuerda Palma, Venezuela “está en deuda con Exxon, pues se ha negado a pagar la indemnización de 1.600 millones de dólares (aproximadamente 1.506 millones de euros) por la expropiación sin compensación de la que fue víctima, de acuerdo con la decisión del CIADI, el tribunal de arbitraje del Banco Mundial, que decidió a favor de la petrolera”.