Daniel Gómez (ALN).- Guillermo Lasso, candidato del movimiento Creo y del Partido Social Cristiano, consiguió el 52,48% de los votos en Ecuador. Una distancia de 4,92 puntos por encima del correísta Andrés Arauz.
Por primera vez en más de una década, ni Rafael Correa ni uno de sus seguidores gana las elecciones en Ecuador. El exbanquero Guillermo Lasso rompió esta tendencia. De corte conservador, representante del movimiento Creo y del Partido Social Cristiano, acumuló el 52,48% de los votos en las elecciones presidenciales de este domingo.
“La democracia ha triunfado y los ecuatorianos han optado por un nuevo rumbo, uno muy diferente al de los últimos 14 años en Ecuador”, dijo Lasso al saberse ganador.
“Este es un día histórico, un día en que todos los ecuatorianos han decidido su futuro, han expresado con su voto la necesidad de cambio y el deseo de mejores días para todos”, agregó.
Con Lasso se podría decir que a la tercera va la vencida.
En 2013, perdió por amplio margen la presidencia contra Rafael Correa.
En 2017, su derrota fue contra el entonces correísta y exvicepresidente de Correa, Lenín Moreno, por un margen de dos puntos. No hay que olvidar que Moreno rompió con Correa y el correísmo al poco de llegar al poder. Bajo su gestión este fue acusado de corrupción y tiene varias causas abiertas en Ecuador, de ahí que esté fugado en Bélgica.
Pese a la jugada de Moreno, el correísmo siguió vivo en Ecuador. Lo demostró Andrés Arauz en la primera vuelta electoral. El elegido de Correa para estas elecciones consiguió 32% del apoyo mientras que Lasso quedó empatado en 19,7% con el líder indígena Yaku Pérez.
Un recuento agónico finalmente le dio a Arauz la posibilidad de disputar el balotaje, pero lo perdió por una distancia de 4,92 puntos frente a Lasso.
¿Cuál es el plan del correísmo?
“No es un final, sino un comienzo”, dijo Andrés Arauz este domingo nada más saber de su derrota.
“Sinceramente creíamos que ganábamos”, apuntó Rafael Correa por Twitter. “Pero nuestras proyecciones eran erradas. Suerte a Guillermo Lasso, su éxito será el de Ecuador. Sólo le pido que cese el lawfare que destruye vidas y familias”.
El lawfare es un término que se usa para definir la guerra jurídica o judicialización de la política. Correa lo dice porque se siente perseguido por una justicia subordinada, eso dice el expresidente, a los intereses de su ahora enemigo político Lenín Moreno. Hace justo un año fue condenado a ocho años de cárcel por un caso de sobornos y tráfico de influencias.
En su discurso como vencedor, Lasso tuvo varias referencias a Correa, y una fue precisamente en esta dirección.
“No ingresé en la política ni para enriquecerme ni para perseguir a nadie”, apuntó.
También le pidió a los ecuatorianos no tener “miedo a discernir con el presidente”. “Expresen sus opiniones con libertad”.
Lasso colecciona felicitaciones
Al igual que el expresidente Correa, Lenín Moreno también felicitó a Lasso. Y junto a él, la mayor parte de líderes de Suramérica.
“Hoy, el pueblo ecuatoriano ha demostrado madurez democrática en una jornada electoral pacífica y transparente. Felicitaciones a Guillermo Lasso. Le deseo el mayor de los éxitos para beneficio de los ecuatorianos”, dijo Moreno.
“Acabo de hablar con Guillermo Lasso para felicitarlo por su triunfo y para ponernos a trabajar en conjunto en los temas que tengamos en común nuestros países”, declaró el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou.
“Felicitamos a Lasso por su elección como presidente de Ecuador. Hace unos minutos dialogamos y hablamos de trabajar juntos por la región. Continuaremos fortaleciendo nuestras relaciones comerciales, de seguridad e integración andina para beneficio de nuestros países”, apuntó el mandatario de Colombia, Iván Duque.
“Felicitaciones y suerte Guillermo, quien es un buen amigo personal y un gran amigo de Chile. Tendrá un gran desafío en sacar adelante a Ecuador y mejorar la vida del gran pueblo ecuatoriano”, apuntó el presidente chileno, Sebastián Piñera.
Lasso, quien asumirá la presidencia el 24 de mayo, ha propuesto vacunar a nueve millones de ecuatorianos contra el coronavirus en 100 días. Subir el sueldo medio en 2022 a los 500 dólares. Y hacer una reforma tributaria con menos intereses e impuestos. Concretamente plantea la eliminación del impuesto del 2% a las ventas de los pequeños comercios.