(EFE).- Twitter amenazó con emprender medidas legales contra Meta por su nueva red social de texto, Threads, y acusa al gigante de las redes sociales de hacerse con los servicios de sus antiguos empleados para crear una copia de su aplicación.
El miércoles, Meta (matriz de Facebook, Instagram, WhatsApp y Messenger) lanzó Threads -aplicación móvil que ya cuenta con 30 millones de descargas- y a las pocas horas, un abogado de Twitter, Alex Spiro, envió una carta al director ejecutivo de Meta, Mark Zuckerberg, acusando a la empresa de participar en una “apropiación indebida sistemática, deliberada e ilegal de los secretos comerciales y otras propiedades intelectuales de Twitter”.
«Twitter tiene la intención de hacer cumplir estrictamente sus derechos de propiedad intelectual y exige que Meta tome medidas inmediatas para dejar de usar cualquier secreto comercial de Twitter u otra información altamente confidencial», escribió Spiro en una carta publicada este jueves por el medio especializado Semafor.
Spiro acusó a Meta de contratar a decenas de exempleados de Twitter que «tenían y siguen teniendo acceso a los secretos comerciales de Twitter».
Además, alegó que Meta asignó a esos empleados la tarea de desarrollar «la aplicación ‘Threads’ imitadora de Meta con la intención específica de que usen los secretos comerciales de Twitter y otras propiedades intelectuales para acelerar el desarrollo de la aplicación competidora de Meta, en violación de las leyes estatales y federales, así como las obligaciones continuas de esos empleados con Twitter».
Las palabras de Sapiro fueron contestadas por Meta, uno de cuyos responsables dijo a Semafor que las acusaciones de Twitter son infundadas y que «nadie en el equipo de ingeniería de Threads es un antiguo empleado de Twitter» (Musk despidió a miles de empleados tras su compra de Twitter).
Apodada por los medios estadounidenses como «Twitter killer» (asesino de Twitter), Threads es vista como rival directa de la red del pajarito creada en 2006.
A simple vista, Threads parece una copia de Twitter donde hay posts -fotos, videos de hasta 5 minutos y textos de hasta 500 caracteres- y se puede interactuar con ellos de tres maneras: dándoles a «me gusta», volviéndolos a postear y comentando.
Al igual que en Twitter, se puede activar notificaciones para que se le alerte cuando un usuario publica, pero no se pueden crear listas con usuarios.
Tampoco se pueden usar hashtag o etiquetas, por lo que no hay «trending topics» o tendencias.
Hasta el propio presidente de Meta, Mark Zuckerberg reconoció lo mucho que las dos aplicaciones se parecen al tuitear -por primera vez en una década y a los pocos minutos de abrir su nueva red- un meme de un Hombre Araña apuntando a otro Hombre Araña, imagen utilizada en Internet para señalar que algo es una copia de otra cosa.
A diferencia de otros competidores de Twitter, Meta cuenta con un gran capital y con una buena base de usuarios.
Según sus datos de 2022, Instagram cuenta con 2.000 millones de usuarios activos mensuales en todo el mundo y Facebook con 2.960 millones.
Además, Instagram, junto con TikTok, es una de las redes sociales favoritas entre los más jóvenes.
Tampoco es casualidad que el gigante tecnológico haya lanzado su nueva red social ahora, ya que desde la adquisición de Musk de Twitter, a finales del año pasado, esta red social, que sobre todo es usada por políticos y periodistas, ha experimentado numerosos problemas técnicos, suprimido el método de verificación de usuarios anterior y ha sido fuertemente criticada por el tipo de contenido divisorio que promociona.
No es la primera vez que Meta se aprovecha de las estrategias exitosas de otras redes sociales copiando su contenido: En 2016, Instagram lanzó «Stories» o historias para competir con Snapchat y en 2020 Instagram anunció Reels, una función de video de formato corto que lucha contra TikTok.