Juan Carlos Zapata (ALN).- Desde que comenzaron los encuentros cara a cara, el equipo de Guaidó, encabezado por el exministro Fernando Martínez Mottola, dejó en claro al equipo de Maduro que no se podía negociar eternamente, que había que poner una fecha límite para alcanzar acuerdos, y ello es lo que está ocurriendo.
Lo dijo Juan Guaidó en el comunicado antes de que comenzara la ronda en Barbados. El tiempo no es ilimitado. Lo había señalado en Oslo el equipo de Juan Guaidó en el primer encuentro: Hay que ponerle fecha límite a la negociación porque la crisis del país se agudiza.
Otra vez las partes han ido a consultas, como todo este tiempo. Los mediadores noruegos aplican este esquema. De levantarse de la mesa para consultar y reiniciar. Así también se enfrían los ánimos ya que en más de una ocasión, los voceros estuvieron fuera de tono, apuntaron fuentes. Esto también ocurrió en República Dominicana, en los tiempos del diálogo gestionado por el expresidente de España José Luis Rodríguez Zapatero. En esta ocasión, el informe de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, resultó ser un punto de fricción, igual que el discurso del equipo de Maduro que sacó un inventario de conspiraciones, hechos violentos, intentos de golpe de Estado, guerra económica y sanciones promovidas desde la oposición.
De modo que se está imponiendo la pauta de Guaidó y su equipo, al menos en lo que al plazo se refiere. La creación de una mesa permanente apunta en ese sentido. El comunicado de Erna Solberg, primera ministra de Noruega, lo confirma. «Como parte de este proceso, se ha instalado una mesa que trabajará de manera continua y expedita”.
Allí está la clave. “Continua y expedita”. Fuentes informan que sobre la mesa se ha hablado de un plazo de seis semanas. Tal vez sea una carrera contrarreloj. Pero el equipo de Guaidó quiere resultados. Los seis puntos están sobre la mesa. Nicolás Maduro pidió ayer “paciencia estratégica”. Pero la presión internacional se mantiene activa con el fin de que se logren avances y las negociaciones no se prolonguen por tiempo indefinido. Estados Unidos sigue con las sanciones, por un lado, y Europa señalando que respalda la iniciativa de Noruega, pero que si esta falla, también se sumará a la línea de las sanciones. Como se sabe, en Caracas estuvo esta semana Enrique Iglesias, el enviado especial del Grupo de Contacto de la Unión Europea, y esta próxima semana arribara también a Caracas, el vicecanciller de Rusia, Sergei Ryabkov.
La ronda de Barbados ha sido la más difícil. La primera de Oslo sirvió para confirmar la voluntad de la negociación y explorar los puntos, así como definir dos lugares en el Caribe como plazas alternas de encuentro, tal como informó en exclusiva el diario ALnavío. Ya se vio, Barbados resultó ser una de ellas. La segunda ronda significó el arribo a los aspectos concretos de consulta, y a la necesidad de que las partes confirmaran si con esa agenda de los puntos se seguía negociando.
Estos son los puntos que negocian Guaidó y Maduro en Barbados
En Oslo se habían acordado más puntos. Hasta 10, dicen las fuentes. Solo que en las consultas que luego se hicieron en Caracas, se rebajaron a seis. Las elecciones y las sanciones internacionales son los puntos más álgidos. Ayer, el gobernador de Miranda, y miembro del equipo de Maduro, Héctor Rodríguez, reconoció que «este no va a ser un camino sencillo, va a ser un camino complejo que va a ameritar mucho trabajo, conciencia y esfuerzo». Ayer el diario ALnavío también adelantó que Barbados marcaba la ruta para una negociación más profunda. Dicho y hecho.
El equipo de Maduro se había precipitado el martes cuando el ministro Jorge Rodríguez informó que la jornada había sido todo un éxito. Pero como lo dijo ayer en exclusiva el diario ALnavío, en el equipo de Guaidó la cuenta no era igual. La jornada había sido “regular”, lo cual en estos casos significa complicada y atascada, si se quiere, que es lo que admite ahora Héctor Rodríguez, y es hacia donde apunta la decisión de la mesa permanente.
Las versiones de Maduro y Héctor Rodríguez han contado con mayor exposición mediática, debido a que el régimen mantiene el monopolio de los medios. De hecho, Maduro y Rodríguez hablaron ayer en cadena de radio y televisión, y lo que se oyó de ellos fue el esfuerzo que están haciendo en favor de la paz y la democracia en el país. La verdad es que ambos equipos empujan en la misma dirección. Y es el equipo de Guaidó el que más presiona para que los acuerdos se aceleren, y es ese espíritu es el que se desprende del comunicado de Noruega.
Otra vez las partes han ido a consultas, como todo este tiempo. Los mediadores noruegos aplican este esquema. De levantarse de la mesa para consultar y reiniciar. Así también se enfrían los ánimos ya que en más de una ocasión, los voceros estuvieron fuera de tono, apuntaron fuentes. Esto también ocurrió en República Dominicana, en los tiempos del diálogo gestionado por el expresidente de España José Luis Rodríguez Zapatero. En esta ocasión, el informe de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, resultó ser un punto de fricción, igual que el discurso del equipo de Maduro que sacó un inventario de conspiraciones, hechos violentos, intentos de golpe de Estado, guerra económica y sanciones promovidas desde la oposición.
Noruega ha solicitado otra vez discreción a las partes. La ruta se torna intensa. Y de altas expectativas.
Barbados abre el camino hacia una negociación más profunda