Redacción (ALN).- En un mensaje audiovisual difundido en sus redes sociales, Juan Guaidó le puso punto final al sueño del mantra y habló de pactos y acuerdos con el gobierno, la oposición y la comunidad internacional. En política no existe el out 27. Pero sí existen los strikes sin bolas. El pretendido interinato y el mantra harto manoseado del cese de la usurpación ha llegado a su fin formalmente durante la tarde de este martes.
Juan Guaidó volvió a reeditar pactos. Van tres en los últimos meses. Pero este tiene una característica que lo hace único: el líder opositor ha dicho, abiertamente, que la solución debe ser un acuerdo entre tres factores: Gobierno, oposición y comunidad internacional.
Con esa declaración, Guaidó ponía fin a una larga agonía que arrancó el 23 de enero de 2019 que embargó a la oposición en la estrategia fallida de las insurrecciones y las manifestaciones de calle sin conducción clara. Ponía fin a lo que ya Leopoldo López no menciona desde que se fugó a España. Ponía fin a una consigna de amargas consecuencias para la oposición y de dulces frutos para el gobierno de Maduro, que ha sabido aprovechar al máximo las divisiones en el seno opositor. Divisiones que vienen de tiempos remotos, pero que con el paso de los años, se agudizan. Se agudizan al punto de fracturas en partidos de la coalición dominante, la inercia política y la lucha entre intereses individuales (muchos de ellos legítimos) de pelear por espacios en alcaldías y gobernaciones que son bastiones de la oposición.
Y la prueba de que Guaidó ha girado parcialmente en su estrategia, es que Freddy Guevara, un alto dirigente de Voluntad Popular, ha admitido en una entrevista concedida al canal EVTV Miami que de alguna manera «hay que destrancar el juego».
Pero la rectificación llega tarde, en el noveno inning y con el último bateador con dos strikes y ninguna bola y van dos «outs»:
-Porque en el recorrido frustrado del mantra, grandes partidos opositores como Acción Democrática fueron asaltados y usurpados por el gobierno.
-Porque la decepción en la base opositora se multiplicó luego de los intentos de insurrección fracasados.
-Porque aunque la premisa de «destrancar el juego» es la correcta, Guaidó dijo en su declaración que no reconocía al Consejo Nacional Electoral, un fallo de estrategia pues, por motivos precautorios (el futuro es incierto) lo más prudente era guardar silencio, tal como hizo Estados Unidos. La Unión Europea saludó la designación del Poder Electoral, en contravención clara a la postura manifestada por Guaidó este martes.
-Y porque ahora, pase lo que pase con las negociaciones, el tiempo corre aceleradamente. Ya hay quienes anticipan la elección para el 14 de noviembre. Y en medio de la prisa, los desencuentros entre partidos de la coalición e incluso desacuerdos internos en esos partidos que amenazan con fracturas, los aspirantes a conservar sus bastiones opositores tienen poco tiempo para la maniobra de buscar votos en los mismos lugares donde hasta hace poco, defendían con frenesí la tesis de no validar ningún proceso electoral mientras Maduro permanezca en el poder, en línea con el mantra frustrado que Guaidó sepultó de un solo plumazo y sin velatorio: era un cadáver insepulto.