Juan Carlos Zapata (ALN).- Juan Guaidó está angustiado. El tiempo se acaba. La situación se agrava en Venezuela. En entrevista con el diario ALnavío, Guaidó considera que ya es tarde para atender la emergencia. Que ya el país está al borde de una catástrofe. Que ello es evidente. Que expresión de esta situación son los niños que mueren por falta de atención médica. Niños que mueren en Caracas, que mueren en el interior del país. El Presidente Encargado, Juan Guaidó, insiste sobre la escasez de la gasolina. Los cortes de electricidad que no cesan. Sobre la debacle en el campo, debacle en la producción agropecuaria, en el ganado, las verduras.
Guaidó reitera la necesidad de apelar a todas las opciones. A todas las alternativas. A generar más presión. Que haya más sanciones contra el régimen de Nicolás Maduro. No sólo por parte de los Estados Unidos sino también por parte de Europa. Los factores del mundo tienen que estar conscientes de que el régimen no da pie ni soluciones al conflicto.
Guaidó habla de “ofensiva política”. Porque hay que “avanzar rápidamente”. Lo dice quien antes decía que este proceso había que verlo en fases, en pasos. Pero es un proceso que se ha alargado. Afirma que el 4 de enero, el día previo a que se juramentara como presidente de la Asamblea Nacional, no veía el proceso ni corto ni largo. Aun así, ello no significa que lo logrado desde entonces sea poco. ¿Como qué?
La cohesión de las fuerzas opositoras.
La alianza con grupos del chavismo.
El despertar de la sociedad venezolana.
La cooperación internacional.
Guaidó está preocupado. Pero firme. Porque, señala, “tenemos fuerzas para enfrentar al régimen”.
Y hablando de fuerzas, faltan los militares. Faltaron los militares el 30 de abril, no respondieron, no abandonaron a Maduro aquella madrugada en que Guaidó apareció junto a Leopoldo López en una autopista de Caracas. Pero Guaidó insiste en que el descontento en la Fuerza Armada es generalizado. Por ello no deja de afirmar que para alcanzar el objetivo, el cese de la usurpación, la Fuerza Armada es fundamental. Y son ellos, los militares, los que tienen que darse cuenta de quién es el responsable de la catástrofe. Quién produce la catástrofe en Venezuela.
Sobre Noruega: Nuestra agenda es muy clara. Si la mediación ofrece una oportunidad insistimos en los 3 pasos. Cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres. “No hay negociación. Es una mediación y en tal sentido atendimos a una invitación del gobierno de Noruega”.
Ahora bien, cómo hacer para que la Fuerza Armada reaccione. Ha habido mensajes directos. Ha habido discursos. Se les ha convocado y no han respondido. Guaidó apunta que lo primero es que hay que seguir comunicando el mensaje a pesar de que es difícil, por no decir imposible, hacerlo en el país. Porque el régimen persigue periodistas, cierra medios, bloquea medios digitales, interrumpe las transmisiones en streaming. Agrega que lo segundo es insistir en las garantías. Recordarles a los militares cuál es el rol de la Fuerza Armada. Y decirles que es tiempo de definiciones. Que ya pasó el tiempo de los diagnósticos.
¿Convencerá Guaidó a los militares? ¿Los terminará convenciendo? Porque no es suficiente decir que Maduro no protege a nadie. De hecho, esta consigna, inventada por Guaidó, ha sido repetida hasta el cansancio sin resultado alguno.
Tal vez tiene ahora un argumento más poderoso. Que la Fuerza Armada, dice, se dé cuenta, se percate, “de quién es el responsable de la catástrofe humanitaria”. Que el país pierde cada día mientras siga el usurpador en el Palacio de Miraflores.
Señala que está visto que el usurpador “no quiere salir por las buenas del poder. Está demostrado”. A Guaidó no lo sacan de esta idea. La tiene entre ceja y ceja: “Hay un descontento generalizado en la Fuerza Armada”. Y tal vez ello explique el porqué de la megaconspiración que se puso en marcha en abril.
Pese a todo lo dicho, también Maduro tiene la opción de no ceder. Ante esto, Guaidó dice que “si se cierra no deja alternativa a elevar la presión. Porque hay que entender que las condiciones de los venezolanos van a empeorar”. Y asegura: “El régimen ya no tiene recursos para sostenerse. No tiene recursos ni siquiera para seguir atendiendo el para-Estado que creó”.