Zenaida Amador (ALN).- Casi 90% de las divisas que ingresan a Venezuela provienen del negocio de los hidrocarburos. De hecho, la grave crisis económica actual en buena medida responde a la destrucción de PDVSA a consecuencia del modelo político del chavismo y por eso para Juan Guaidó es una prioridad preservar la operatividad, transmitir señales de confianza al mercado y apurar el paso para la recuperación del negocio petrolero.
La resistencia de Nicolás Maduro a abandonar el poder entraba parte de las acciones que se deben tomar para evitar daños mayores a la industria petrolera, tras años de desmanes y desinversión, y activar su inmediata recuperación. Esta renuencia hace complejos los procesos y el diseño del entramado legal requerido por Juan Guaidó para avanzar. En parte esto explica la lentitud en las acciones para controlar PDVSA y Citgo, que es su filial en Estados Unidos, aun cuando ya pasó una semana desde que el Departamento del Tesoro de ese país dictó una medida de bloqueo de los activos petroleros venezolanos en su territorio para preservarlos a favor de un nuevo Gobierno, dado el reconocimiento a Guaidó como presidente interino.
Las gestiones en este sentido avanzan, pero no a la velocidad esperada por todos. Así, por ejemplo, sigue pendiente la designación de las nuevas juntas directivas de PDVSA y de Citgo. El hecho de que Maduro y sus círculos cercanos sigan aferrados al poder y al control operativo de las instituciones juega en contra de estos nombramientos, ya que quienes acepten las designaciones deberán abandonar los cargos que desempeñan en la actualidad y lanzarse al vacío en la lucha por forzar una transición política en Venezuela. Más fácil resultaría el proceso si tuvieran que asumir los cargos en un Gobierno de transición formal, con Nicolás Maduro fuera.
La resistencia de Nicolás Maduro a abandonar el poder entraba parte de las acciones que se deben tomar para evitar daños mayores a la industria petrolera, tras años de desmanes y desinversión, y activar su inmediata recuperación
Aun así, ya circula la versión de que Gustavo Baquero será el nuevo presidente de PDVSA, tal como lo informó Platts. Se espera que en breve se concrete esta designación. Baquero diseñó, junto a Leopoldo López (líder de Voluntad Popular y el más famoso preso político de Maduro), una hoja de ruta para la recuperación de PDVSA. Es el candidato natural para presidir la industria petrolera estatal y se sabe que ya adelanta gestiones en la petrolera Equinor, donde trabaja en la actualidad, para formalizar su salida y dar el paso al frente en PDVSA.
La aceptación formal del cargo sería un espaldarazo a la propuesta de cambio de Juan Guaidó y un mensaje clave para el mercado petrolero, para los clientes y socios actuales de PDVSA, ya que clarifica la línea de trabajo a desarrollar, transmite confianza y compromiso.
Además, su aceptación animaría al resto de los expertos identificados con Guaidó y su equipo para sumarse a las directivas, no sólo de PDVSA sino también de Citgo. Esta última es estratégica en el cuadro actual de tensiones políticas y de sanciones aplicadas al régimen de Maduro.
Maduro se queda sin el oxígeno financiero de PDVSA
El reloj corre
Otros temas cruciales también se han retrasado, como el manejo de los recursos que genere la exportación de petróleo, aunque voceros de la oposición venezolana ya anunciaron que han dado pasos en este sentido.
Carlos Paparoni, diputado de la Asamblea Nacional, es uno de los líderes del equipo que trabaja en esta materia. Según explicó, “el dinero del petróleo seguirá entrando al Estado venezolano, pero no podrá ser manejado por Maduro”, tal como ya lo había anunciado el Departamento del Tesoro de EEUU.
Para ello se han hecho trámites que “están bastante adelantados”, donde Carlos Vecchio, quien fue designado por Guaidó como encargado de negocios en Washington, viene desempeñándose a fondo para finiquitar los trámites.
Pararoni espera “que la próxima semana pueda ser anunciado” el mecanismo con el que se operará el fondo bancario donde se captarán los pagos obtenidos por la venta de petróleo y aquellos que se giren a Citgo.
Otras gestiones y rondas de acercamiento se hacen con los socios y clientes de PDVSA para amarrar la confianza mientras se concreta la transición. Estos acercamientos son determinantes.
El dirigente opositor Yon Goicochea es uno de los miembros del equipo de Guaidó que se ha ocupado de esta tarea, explicando la hoja de ruta que se seguirá tan pronto cese la usurpación de Maduro y se pueda dar paso a la recuperación de la institucionalidad democrática.
En el sector petrolero hay premura y crece la presión, ya que la sociedad con PDVSA en el contexto actual de las sanciones es un riesgo elevado y la indefinición juega en contra. El reloj corre.