Redacción (ALN).- Se calcula que grupos de la derecha cristiana de Estados Unidos, algunos vinculados al gobierno de Donald Trump, han gastado al menos 44 millones de dólares en América Latina. Un dinero que utilizan para sembrar teorías de la conspiración, como que el covid-19 es un virus creado por el hombre para que China domine el mundo, extender el aborto y otras teorías similares.
El Population Research Institute (PRI), vinculado al exasesor del presidente Donald Trump, Steve Bannon,ha publicado un libro en línea en inglés y español en el que afirma que China fabricó el coronavirus con la “clara intención de modificar radicalmente el mundo conocido a través de la ingeniería social”.
La sociedad estadounidense para la Defensa de la Tradición, la Familia y la Propiedad (TFP) tiene una filial en Brasil en la que sus colaboradores han afirmado que el coronavirus “es el esfuerzo de ingeniería social e ideológico más monumental de la historia”, y que, con la excusa de la pandemia, “se está persiguiendo a la Iglesia y a la buena gente”.
Desde el grupo conservador Human Life sostienen que el gobierno de Donald Trump está combatiendo a la ONU y a la Organización Mundial de la Salud (OMS) porque están “utilizando el covid-19 para difundir el aborto”.
La World Youth Alliance dirige una campaña en Latinoamérica para convencer a las mujeres de que están siendo engañadas. Que no tienen que usar métodos anticonceptivos porque “pueden ser perjudiciales”, y que las mujeres sólo los usan “no porque no quieran tener bebés, sino porque quieren ser hermosas”.
Focus on the Family, un grupo antiaborto y pro-Israel que celebra las políticas de Trump, ofrece podcasts y asesorías en español asegurando que la homosexualidad “es un trastorno y ha de ser tratada”.
Estas cinco asociaciones son algunos de los ejemplos que comparte el portal británico Open Democracy en su más reciente reportaje: “Grupos estadounidenses vinculados a conspiraciones sobre el covid vierten millones de dinero oscuro en América Latina”.
Al parecer estas organizaciones, cercanas a la derecha cristiana de EEUU, han gastado al menos 44 millones de dólares en América Latina desde 2007. Su objetivo principal, afirma el reportaje, es “promover campañas de desinformación sobre la pandemia y otros temas de salud y derechos”.
El texto agrega que el dinero invertido es “oscuro” ya que ninguno de los organismos revela la identidad de sus donantes ni detalla los gastos en la región. Lo que está claro es que a la vista de la documentación presentada al Servicio de Impuestos Internos de EEUU, 28 grupos cristianos y derechistas de EEUU repartieron al menos 280 millones de dólares para actividades desarrolladas en todo el mundo desde 2007. No obstante, la mayor parte de este dinero, unos 90 millones, ha ido a parar a Europa. Además, cabe recordar que los montos que se reparten a las iglesias, o a filiales de iglesias, no tienen que ser declarados.