Redacción (ALN).- Edmundo González Urrutia, candidato de la oposición en la elección presidencial de julio en Venezuela, aceptó exiliarse desde Caracas a España para proteger a su familia, que “cambien las cosas” y se construya una “etapa nueva” en la política de su país, según dijo desde Madrid.
González Urrutia, de 75 años y quien llegó el domingo a la capital española para asilarse, explicó que se desterró pensando que el futuro de su país “no debe ser el de un conflicto de dolor y sufrimiento”, advirtiendo que su compromiso “no se basa en una ambición personal”.
¿Prudencia o “se baja”?
El contenido del primer mensaje de González Urrutia fue enseguida objeto de interés de analistas políticos, especialmente en las redes sociales. Algunos lo interpretaron como una claudicación, alegando que no se correspondía con sus previos clamores del triunfo electoral opositor.
Otros, como el politólogo Leandro Rodríguez Linárez, consideran que su tono es estratégico, diplomático y no descarta ningún escenario para el reclamo opositor de que ganó la elección de julio.
“Sus primeras palabras son muy parcas, serias, aunque no haya sido un escrito contundente. Deja entrever que su exilio es una situación más dentro de las graves situaciones contra la democracia y la verdad. La lucha no cesa, se modifica”, comenta a la Voz de América.
“No creo que esté claudicando, para nada. La política venezolana es muy efervescente, con objetivos bien claros, y el liderazgo que terminó de derrotar al régimen en su zona de confort, en lo electoral, es de Machado, que se mantiene al frente de la oposición dentro del país”, indicó.
El contenido del mensaje sí podría dar pistas de que el excandidato “se baja de la primera línea de batalla y de la responsabilidad directa” de defensa de la votación, interpreta, por su parte, el politólogo y director de la firma consultora Poder y Estrategia, Ricardo Ríos.
Ríos destaca, por ejemplo, que el excandidato “habló en pasado” cuando se refirió a las labores de Machado y la Plataforma Unitaria Democrática en cuanto a la elección. “Quiero reivindicar el trabajo y el esfuerzo de María Corina Machado, quien lideró este proceso electoral, y de la Plataforma Unitaria por su trabajo y empeño”, manifestó el ex abanderado presidencial de la oposición en el último párrafo de su escrito, este lunes.
Ríos, asimismo, estima en conversación con la VOA que González Urrutia “está dejando en claro que se trata de otra etapa», añadiendo que, quizás, «mientras más pronto lo entienda el país y menos se edulcore, sea mejor para construir la viabilidad política de un cambio”.
Su exilio “no es el fin del juego, pero es un revés y se confirma con sus primeras líneas”, dice. Según el experto, la oposición necesita no sólo de una figura en esta fase, sino de “una instancia de liderazgo colectivo unificado”.
La noche del lunes, Maduro dijo que no revelaría detalles del exilio de González Urrutia por considerarlo “secreto de Estado». “Hemos ganado y cuando digo hemos ganado es que ha ganado la paz del país”, expresó, deseándole “bien” al ex candidato opositor “en su nueva vida” en España.
Eduardo Valero, politólogo y director de la Escuela de Estudios Políticos de la Universidad Central de Venezuela, coincide con Ríos y Rodríguez Linárez en cuanto a que el exilio de González Urrutia fue “humanamente correcto”, tomando en cuenta su edad, salud, persecución y formación como diplomático, más que como actor político per se.
Considera que el gobierno venezolano “ganó comunicacionalmente” la narrativa sobre el exilio de González Urrutia, al ser el primero en anunciarlo. “La estrategia era desmoralizar. En esas primeras 12 horas, la reacción nacional fue: ‘me sentí mal, desmotivado’”, indica.
Valero estima que el activismo político de González Urrutia corre el riesgo de “erosionarse” en el destierro. “Si decide ser mucho más activo, se convertirá en referencia”, apunta, advirtiendo que no conoce de ningún gobierno en el exilio exitoso.
Rodríguez Linárez, por su parte, comparte que el excandidato puede convertirse en “una clave internacional” antes de enero, si elige defender su votación dinámica y directamente con los actores fundamentales de los gobiernos de Europa y América.
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