(EFE).- Venezuela izó este miércoles una gran bandera de Palestina en la cima del Waraira Repano -la principal formación montañosa de Caracas, conocida como el Ávila que se impone en el norte de la ciudad-, en solidaridad con ese pueblo de Oriente Medio, al que el país caribeño reconoce como Estado.
La izada de la bandera negra, blanca y verde con un triángulo rojo se llevó a cabo con motivo del 76 aniversario de la Nakba, vocablo que en árabe significa «catástrofe» y que se refiere al exilio forzoso de más de 750.000 nacionales palestinos durante la Guerra Árabe-Israelí de 1948.
El acto estuvo encabezado por la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, quien expresó que «el mundo entero grita que Palestina» sea incorporada en la ONU «como un miembro de pleno derecho», en referencia al resultado de una reciente votación en la Asamblea General de esta organización en la que una abrumadora mayoría de 143 Estados -de un total de 193- se expresaron a favor del ingreso.
#Entérate || Desde el Parque Nacional Waraira Repano, Venezuela expresa su firme apoyo y solidaridad al pueblo palestino.#PalestinaLibre pic.twitter.com/PwZlf7zD3H
— Vicepresidencia Vzla (@ViceVenezuela) May 15, 2024
A la actividad también asistió el secretario general de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), el excanciller venezolano Jorge Arreaza, quien hizo un llamado a «sumarse a todas las acciones que expresen solidaridad con Palestina, exigiendo un cese al fuego inmediato en Gaza y el fin de los crímenes de guerra y de lesa humanidad contra el pueblo palestino».
Palestina agradece el gesto
El embajador de Palestina en Venezuela, Fadi Alzaben -también presente en el acto-, agradeció el apoyo del país caribeño y «este gesto» de solidaridad, en alusión a la izada de la bandera.
De acuerdo con el Ministerio de Sanidad de la Franja, controlado por Hamás, van 35.233 fallecidos y 79.141 heridos desde que comenzó la guerra hace más de 7 meses, además de 10.000 cuerpos desaparecidos bajo los escombros.
Israel empezó su ofensiva en respuesta a un ataque del brazo armado de Hamás el pasado 7 de octubre, que incluyó el lanzamiento de más de 4.000 cohetes y la infiltración de unos 3.000 milicianos que mataron a unas 1.200 personas y secuestraron a más de 240 en comunidades israelíes cercanas a Gaza.