(EFE).- La Administración de Nicolás Maduro denunció este lunes que hay una «cacería de brujas» contra los migrantes de Venezuela en Estados Unidos, cuyo presidente, Donald Trump, invocó recientemente una ley de 1789 bajo la que fueron deportadas más de 200 personas a El Salvador acusadas de supuestamente pertenecer a la organización criminal transnacional Tren de Aragua, nacida en una cárcel del país caribeño.
«Hay una cacería, como se decía antes, de brujas contra los venezolanos, contra los venezolanos en general. Empieza así con el muchacho que tiene tatuaje, empieza con el muchacho morenito, empieza con la muchacha que evidentemente es trabajadora, pero eso se extiende», dijo el ministro de Comunicación, Freddy Ñáñez, en un programa transmitido en YouTube.
Según el funcionario, la Administración chavista tiene testimonios de venezolanos que, pese a estar «legalmente viviendo en los Estados Unidos», donde -señaló- «trabajan desde hace muchos años», actualmente «no salen de su casa» debido a que «están en un estado de terror y de pánico por la persecución».
Esto, según el ministro, es consecuencia de lo que llamó un «decreto de guerra que ha firmado Donald Trump contra Venezuela», en referencia a la invocación de la Ley de Enemigos Extranjeros, que se tradujo, expresó Ñáñez, en «el secuestro» y la «violación de todos los derechos humanos de los venezolanos» que fueron «vendidos» a El Salvador «sin juicio previo, sin derecho a la defensa».
A juicio del chavista, el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, «sencillamente es un accidente de la política» y «un dictadorzuelo de Centroamérica que, con mucho ‘marketing’ (mercadotecnia), ha querido posicionarse como un político eficiente».
«Lo que ha hecho es (…) concentrar todos los poderes y aplicarle a El Salvador esto que le están aplicando a los venezolanos, aplicar a los salvadoreños disidentes, a los salvadoreños pobres, a los salvadoreños trabajadores, aplicarles la ley del fierro, meterlos presos a todos bajo el supuesto de que todos pertenecen o son sospechosos de pertenecer a una banda criminal», dijo.
Y detrás de Bukele, agregó Ñáñez, hay un «gabinete de venezolanos y venezolanas que están directamente ligados con (el partido antichavista) Voluntad Popular», quienes «asesoran directamente» al salvadoreño.
Los deportados fueron encarcelados en prisiones para pandilleros bajo el Gobierno de Bukele, que recibió unos 6 millones de dólares de Washington para su reclusión durante un año.
Trump afirmó el viernes que fueron sometidos a un proceso «muy riguroso» para verificar que formaran parte de la megabanda criminal.
En este contexto, Caracas y Washington reanudaron los vuelos de repatriación, con una primera llegada de 199 venezolanos la madrugada de este lunes en un avión procedente de Honduras, a donde habían aterrizado desde EE.UU., que se suman a los 919 ciudadanos que retornaron a su país en cinco vuelos desde el pasado febrero