(EFE).- El Gobierno de Venezuela aseguró este viernes que trabaja para fortalecer una «visión compartida» con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), tres semanas después de haber expulsado al personal que trabajaba en la oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos del organismo multilateral (Acnudh) en Caracas.
El ministro de Relaciones Exteriores, Yván Gil, informó de una reunión en la sede de la Cancillería venezolana con el coordinador residente de la ONU en el país caribeño, Gianluca Rampolla, la primera que se conoce desde la expulsión de la Acnudh.
El encuentro se celebró con «el objetivo de seguir fortaleciendo nuestra visión compartida de contribuir al desarrollo soberano de nuestra nación y al bienestar social de nuestra gente», expresó Gil en la red social X, donde compartió un breve video.
Nos hemos reunido nuevamente con el Coordinador Residente de la ONU en Venezuela, Gianluca Rampolla (@Rampolla_UN), con el objetivo de seguir fortaleciendo nuestra visión compartida de contribuir al desarrollo soberano de nuestra nación y al bienestar social de nuestra gente.… pic.twitter.com/jFrv7WaPxZ
— Yvan Gil (@yvangil) March 8, 2024
Añadió que el Gobierno de Nicolás Maduro esta comprometido «a seguir avanzando en esta colaboración, siempre poniendo al pueblo como eje central y protagonista de su propia realidad y superación».
La suspensión de la oficina de la ONU
El pasado 15 de febrero, Gil anunció la suspensión de actividades de la oficina técnica de la Acnudh en Caracas, establecida desde septiembre de 2019, al considerar que había «instrumentalizado» su trabajo en contra del Ejecutivo.
En ese sentido, señaló que el Gobierno haría una «revisión integral de los términos de cooperación» acordados con esta organización en los siguientes 30 días, un proceso sobre el que no se han conocido avances.
Ese mismo día se ordenó la expulsión de 13 funcionarios extranjeros de la Acnudh, que abandonaron el país en menos de 72 horas, como lo había establecido el Gobierno.
Esta decisión, aseguró entonces Caracas, se mantendrá hasta tanto la oficina «rectifique públicamente ante la comunidad internacional su actitud colonialista, abusiva y violadora de la carta de las Naciones Unidas».