Redacción (ALN).-El ministro del Interior de Chile, Rodrigo Delgado, aseguró este lunes que el Gobierno insistirá en las expulsiones de los migrantes que ingresen por pasos fronterizos no habilitados.
«Mañana vamos a estar en la zona, vamos a estar conversando con los gremios (…) y vamos a seguir con las expulsiones, vamos a seguir trabajando con las policías, vamos a seguir reforzando las fronteras, pero necesitamos herramientas y esas nuevas herramientas están en la ley de migraciones», aseveró Delgado.
«Vamos a seguir con las expulsiones. Mañana estaremos en la ciudad de Iquique y estaremos junto al delegado presidencial firmando todas las resoluciones para seguir con expulsiones», añadió, según reseña la T13.
«Vamos a expulsar judicialmente a personas que han tenido delito por microtráfico o por tráfico de droga. También vamos a expulsar a aquellas personas que hayan ingresado a Chile por pasos clandestinos y que también hayan cometido un delito adicional», recalcó.
En ese sentido, Delgado señaló que «la expulsión es una señal potente para las personas que viven en Chile, para los extranjeros que han ingresado a Chile para que se comporten como corresponde, pero también es una señal internacional de que no sale gratis cruzar la frontera por el lugar que no corresponde».
Centenares de personas se manifestaron este domingo en la ciudad de Iquique contra la migración ilegal en el norte de Chile, donde existe desde hace meses una grave crisis migratoria y de inseguridad.
Al grito de «Basta ya» y agitando banderas de Chile, los manifestantes marcharon por el centro de esta ciudad costera, a la que llegan la mayoría de los migrantes que cruzan diariamente por pasos ilegales en la frontera con Bolivia.
Tras un pico de entradas en febrero del año pasado, la crisis se agudizó en octubre, con cientos de extranjeros, principalmente venezolanos, vagando por distintas localidades del norte del país, lo que obligó al Gobierno chileno a anunciar la construcción de varios albergues para atender la crisis.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) alertó el pasado diciembre que cerca de 500 refugiados y migrantes venezolanos, incluidos niños, cruzan diariamente por pasos fronterizos irregulares entre Bolivia y Chile y llegan al país «tras varios días sin comer, con deshidratación, hipotermia y mal de altura».