Daniel Gómez (ALN).- Financiamiento, flexibilidad, viabilidad y visión de futuro. Estos cuatro puntos son fundamentales para el desarrollo de las infraestructuras. Lo dice Juan Béjar, presidente de una compañía líder en infraestructuras a nivel mundial, Globalvia.
Globalvia es una compañía líder. Está entre las 10 empresas de referencia a nivel mundial en la gestión de concesiones de infraestructuras de transporte. En España es la firma número uno del mercado, al igual que en México, Chile y Costa Rica.
Juan Béjar, su presidente, fue uno de los invitados al foro de infraestructuras que organizó este lunes la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, en la Casa de América en Madrid.
Atendiendo a sus 11 años de experiencia en el sector y a su posición de liderazgo, el directivo lanzó cuatro retos para Latinoamérica. Desafíos cuya finalidad es potenciar el desarrollo de las infraestructuras, muchas veces paralizadas por falta de financiación, poca claridad en los proyectos y unas exigencias que no concuerdan con el futuro de los países.
Financiación en moneda local
Para Béjar, “lo primero es la financiación de proyectos”. Que salgan adelante. Que no queden paralizados por problemas de crédito. En este sentido, el presidente de Globalvia insistió en conceder préstamos en moneda local. Las otras fórmulas son “poco deseables”, matizó.
“Lo ideal es el modelo americano. Elegir a un socio que desarrolle el proyecto con el mercado de turno”, dice Béjar
“Las concesiones deben ser en moneda local y a largo plazo. La inversión en infraestructuras está vinculada a la profundidad de los mercados financieros. Muchas veces encontramos proyectos parados porque los mercados locales no pueden financiar en moneda local”.
Para que la financiación no sea un problema, Béjar pidió que los proyectos se analicen con tiempo. Que no se concedan a una compañía que luego no tenga capacidad para sacarla adelante.
Flexibilidad de las adjudicaciones
Para el presidente de Globalvia, las licitaciones con términos rígidos y estrictos, en los que no se puede modificar ni un ápice, “no son una buena receta”. Por ello, destacó el modelo estadounidense.
“Lo ideal es el modelo americano. Elegir a un socio que desarrolle el proyecto con el mercado de turno. Porque hay diferentes y variadas dificultades a lo largo del proyecto”, comentó Béjar.
En Latinoamérica, el directivo subrayó el ejemplo de Chile. “El país lo ha hecho espectacularmente bien”, aseguró. “Cuando han caído los tráficos haciendo inviables los proyectos, nos han cambiado el plazo de financiación de los contratos. Formulas ágiles y eficaces que hacen que Chile esté muy bien dotada de infraestructuras”.
Correcta asignación de riesgos
En América Latina, hay proyectos cuyo problema no es otro que un encontronazo con las poblaciones indígenas. “Ya asumir el riesgo de demanda a larguísimo plazo es una pequeña locura. Por lo tanto, si a eso se acumulan los problemas legislativos y de asignación de cada país el problema se convierte en inviable”, dijo Béjar.
Tecnologías disruptivas
La revolución digital lo está cambiando todo. Hasta la movilidad de las personas. El presidente de Globalvia detecta cómo en Estados Unidos el tráfico de los grandes núcleos urbanos está cambiando. Por ello teme que algunas obras en América Latina, con plazo a 20, 30 o 40 años, no se adapten a esta futura realidad.
“A ver si invertimos en infraestructuras que no se adapten a plazos”, advirtió. “Tenemos que estar permanente chequeando. La gran infraestructura del presente son las telecomunicaciones”.