Redacción (ALN).- El gerente y propietario de la discoteca Jet Set, Antonio Espaillat, que colapsó en República Dominicana, rompió el silencio y finalmente ha dado sus primeras declaraciones.
Espaillat dijo este miércoles que el local “siempre” tuvo problemas de filtración y que “nunca” fue supervisado por las autoridades.
“Siempre en el edificio hubo filtración. Incluso, cuando lo compramos a finales de los años 1980 tenía filtraciones”, dijo durante una entrevista concedida a la periodista Edith Febles, para su programa El Día.
Cabe recordar, que el techo de la discoteca Jet Set se derrumbó la madrugada del 8 de abril en pleno concierto del merenguero Rubby Pérez, fallecido en la tragedia. Imágenes desde el aire permitieron observar los aparatos de aire acondicionado que liberaban agua por la estructura.
“Teníamos el techo en plafón de yeso y siempre se nos caía los plafones de yeso. Por eso el polvillo blanco del yeso. (Se caía) por la filtración, el agua de los aires acondicionados. No nos dábamos cuenta porque los plafones de yeso no se abomban. Los plafones de yeso absorben toda el agua, el yeso se pone pesado y cae”, añadió al señalar que el mismo día del derrumbe se cambiaron esos paneles.
Gobierno dominicano abrió una investigación
El gobierno dominicano ordenó una investigación por la tragedia y expertos coincidieron en que las causas fueron una sobrecarga de la estructura edilicia, combinada con una pobre fiscalización de las autoridades.
Espaillat dijo que la planta eléctrica del local “estuvo en un cuarto adyacente al edificio” desde su inauguración hace 30 años y que “el sonido era pegado a las paredes con los bajos en el piso, que es lo que pesa” sobre la estructura.
¿Por qué no se presentó en el club Jet Set?
“Si hubiera sido algo que se pudiera evitar (…) yo lo hubiera tratado de evitar. Mi hermana estaba ahí, mi madre estaba ahí como todos los lunes y de no ser porque estuve de viaje hubiese estado allí sentado con los clientes», agregó el gerente. Sus familiares estuvieron bajo los escombros y sobrevivieron.
Además, indicó que las autoridades “nunca” verificaron si el local tenía algún problema edilicio.
Asimismo, explicó que el club contaba con inspecciones de bomberos, Salud Pública y autoridades, pero «no hubo una revisión estructural».
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Para Espaillat, el Jet Set era más que una discoteca
“Ahí había clientes de 30 años. La mayoría tenía su mesa fija. Llamaban a su camarero para decir si iban o no. Era una familia, la familia Jet Set”, expresó.
Al llegar al país, familiares y allegados esperaban a Espaillat en su oficina y las autoridades le recomendaron no asistir al lugar.
«Los ánimos estaban muy caldeados y no se sabía qué podía pasar”, dijo.
Espaillat fue demandado por familiares de al menos tres fallecidos, quienes le acusan de homicidio involuntario. Las autoridades aún no se han pronunciado al respecto.
«Estoy destrozado. No sabía la magnitud hasta que llegué al país. Cuando vi el lugar, mi dolor se acrecentó. Ahí vi toda una vida», dijo.
El empresario aseguró ante las cámaras «Yo estoy aquí, voy a dar la cara» e insistió en que va a trabajar para ayudar a todas las personas que pueda y a responder lo que la ley le exija.
«Lo siento mucho. Nunca hubiera querido que esto pasara. Estoy aquí, no me voy a esconder. Voy a dar el frente a todo lo que tenga que dar el frente», finalizó.