Antonio José Chinchetru (ALN).- Desde que Manuel Fraga creó Alianza Popular, refundada como Partido Popular en 1989, el PP ha estado presidido por algún gallego más de la mitad de su historia. Si Alberto Núñez Feijóo decide presentarse a liderar la formación tiene muchas opciones de salir victorioso, con lo que la preeminencia de Galicia continuaría. El poder gallego, avalado por los datos de filiación y de votos, es una realidad en el PP cuando Mariano Rajoy –también gallego- está a punto de ceder el testigo.
Alberto Núñez Feijóo es el favorito de los votantes del Partido Popular para suceder a Mariano Rajoy en la presidencia de la formación, según un sondeo de GAD publicado por el periódico Abc. Si presenta su candidatura y logra el cargo, se afianzará la influencia de Galicia en el partido con más afiliados y diputados de España. Sería el segundo líder popular oriundo de esa región, tercero si se incluye a Manuel Fraga, fundador de Alianza Popular (AP, formación que desapareció al refundarse como PP en 1989). Otros gallegos ocupan altos cargos tanto dentro de la estructura de la organización como en el Congreso de los Diputados y el Senado.
Aunque no llegó a la presidencia de AP hasta 1979, el gallego Manuel Fraga fue el auténtico líder de esa formación desde que se fundó en 1977. Se mantuvo al frente hasta febrero de 1987. Le sucedió el extremeño Antonio Hernández Mancha, que apenas duró como presidente dos años. En enero de 1989, la organización celebró el congreso en el que se refundó como Partido Popular, y Manuel Fraga volvió a ocupar el cargo hasta abril de 1990. Entonces designó como sucesor, y el congreso del PP lo refrendó, al madrileño José María Aznar.
Cuando Mariano Rajoy se retire, el Partido Popular habrá estado presidido por un gallego 23 de los 41 años de historia que acumula
Aznar dejó el liderazgo del PP en octubre de 2004, meses después de terminar su mandato como presidente del Gobierno. Al igual que hizo Fraga con él, designó a dedo a Mariano Rajoy como sucesor, y el congreso del partido se limitó a refrendar la decisión de quien había llevado a los populares a La Moncloa por primera vez en la historia. No se puso en duda la designación de Rajoy, a pesar de que el PP había sido derrotado en las elecciones de marzo de ese año contra todo pronóstico. Cuando Rajoy se retire dentro de unas semanas, el Partido Popular habrá estado presidido por un gallego 23 de los 41 años de historia que acumula con ese nombre y el de AP. Y pueden ser todavía más si Núñez Feijóo es el próximo líder de la formación.
Galicia tiene mucho peso en el PP. La presidenta del Congreso de los Diputados, tercera autoridad del Estado tras el Rey y el presidente del Gobierno, es la gallega Ana Pastor. Miembro del círculo personal y político de máxima confianza de Rajoy, también se cuela entre los favoritos a la sucesión. Sin embargo, tiene pocas opciones. La encuesta publicada por Abc refleja que 37% los votantes del Partido Popular y 22% del conjunto de la población prefiere a Núñez Feijoo. Los datos de Pastor son más modestos: 5,8% de quienes apoyaron electoralmente a la formación y 8,4% del total. Esto le sitúa en un tercer lugar tras la vallisoletana Soraya Sáenz de Santamaría (23,1% y 20,3%, respectivamente).
Hay otros dos puestos clave ocupados por gallegos. El portavoz del PP en el Senado, donde la formación cuenta con una holgada mayoría absoluta, es José Manuel Barreiro, natural de Lugo y que fue vicepresidente de la Xunta de Galicia un año a las órdenes de Manuel Fraga. El presidente de la organización juvenil, Nuevas Generaciones, es el concejal de Vigo Diego Gago.
Los números del ‘poder gallego’
Con 2,7 millones de habitantes, Galicia representa apenas 5,78% de la población española. Su peso interno en el PP, en términos tanto cualitativos como cuantitativos, es muy superior. Es uno de los tradicionales feudos electorales del Partido Popular. De hecho, es la única comunidad autónoma donde el PP gobierna con mayoría absoluta. A nivel nacional aporta en torno a 8% de los votos al PP en las elecciones generales.
En los comicios de junio de 2016 fueron casi 651.000 sufragios de un total de 7,94 millones (8,19%). En los de diciembre del año anterior fueron cerca de 610.000 papeletas de casi 7,24 millones (8,42%). Cuatro años antes, en noviembre de 2011, más de 864.500 de los 19,87 millones de votos del PP procedieron de Galicia. En la actualidad, esta región aporta 12 de los 134 representantes que conforman el Grupo Parlamentario Popular en el Congreso.
De los más de 869.500 afiliados que tiene en la actualidad el PP, según los datos de la formación, 101.100 están en Galicia
De los más de 869.500 afiliados que tiene en la actualidad el PP, según los datos de la formación, 101.100 están en Galicia. Esto significa que la región representa 11,63% de la militancia del partido. Tan sólo hay más militantes en Andalucía (169.600, con 8,38 millones de habitantes) y la Comunidad Valenciana (casi 149.200, con una población de 4,96 millones de personas). Supera a otras dos regiones mucho más pobladas como son la Comunidad de Madrid (94.600 afiliados, con 6,58 millones de habitantes) y Cataluña (33.700, con 7,6 millones de habitantes).
La alta cantidad tanto de militantes como de votos que Galicia aporta en las elecciones generales se ve reflejada en el número de compromisarios asignados para los congresos del Partido Popular. Es la tercera región que aporta más representantes, 276, por detrás de Andalucía (459) y la Comunidad Valenciana (346), y justo por delante de la Comunidad de Madrid (204).
Dado que los compromisarios suelen votar en bloque, siguiendo las preferencias que hayan marcado las direcciones autonómicas, este peso numérico resulta fundamental en los congresos del PP. Tras una primera vuelta en forma de primarias abiertas en las que pueden depositar su sufragio todos los militantes, el presidente del partido será elegido por los representantes territoriales en una segunda vuelta a la que pasarán los dos candidatos con mayores apoyos. De esta manera los votos de Galicia podrán resultar decisivos a la hora de elegir al sucesor de Rajoy.