Mariana Zapata (ALN).- Nicolás Maduro guardó un largo silencio ante las sucesivas y crecientes críticas del maestro Gustavo Dudamel contra el golpe continuado del régimen venezolano. La primera se remonta a un vídeo del 27 de abril en el que, ante la represión contra las protestas en Venezuela, Dudamel pidió “dejar de lado los egos, las ideologías y definitivamente escuchar y pensar en la gente”. La segunda, el 4 de mayo, un día después del asesinato del joven músico Armando Cañizales, fue un texto titulado “Levanto mi voz” y divulgado en su cuenta de Twitter y Facebook, en el que hace “un llamado urgente al presidente de la República y al Gobierno nacional a que se rectifique y escuche la voz del pueblo venezolano. Los tiempos no pueden estar marcados por la sangre de nuestra gente”. La tercera, el artículo “Una Venezuela democrática para todos”, publicado el 19 de julio en El País de España, donde Dudamel se manifiesta abiertamente “en contra de las elecciones para conformar una Asamblea Nacional Constituyente en los términos en que fueron convocadas por el Gobierno de Venezuela para el próximo 30 de julio”. Hasta el 18 de agosto duró el silencio de Maduro. Ese día, ya instalada la ANC, habló por fin sobre el director de orquesta: “Le envío nuestro saludo a Gustavo Dudamel, aunque no nos comprende. Te metiste a la política, bienvenido a la política Gustavo Dudamel, pero actúa con ética”. El lunes 21 de agosto el Gobierno anunció la cancelación de la gira que llevaría a cuatro ciudades de Estados Unidos a la Orquesta Nacional Juvenil de Venezuela, que dirige Dudamel. Así se consumó el castigo y la ruptura. Ese mismo día el maestro escribió en Twitter: “Me rompe el corazón la cancelación de la gira”. Pero también agregó: “Mi sueño de tocar junto a estos maravillosos jóvenes músicos no se podrá hacer realidad – esta vez”. Y dejó resonando como nota final: “Seguiremos tocando y luchando por una Venezuela y un mundo mejor”.