Antonio José Chinchetru (ALN).- El presidente de Freixenet, empresa española productora de cava, Josep Lluís Bonet, se muestra orgulloso de los vínculos históricos del grupo con América Latina, una región donde quiere estar más presente todavía.
Freixenet es una empresa española productora de cava, situada en Barcelona. Su presidente, Josep Lluís Bonet, ha participado en el Congreso Iberoamericano para Presidentes de Compañías y Familias Empresarias organizado por el Ceapi (Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica) en Madrid. En el marco de este evento ha conversado con el diario ALnavío sobre la presencia de su grupo en América Latina, el interés por crecer en la región, y sobre la situación en España por el reto independentista lanzado por el Gobierno catalán y sus aliados políticos.
– ¿Cuáles son los planes de Freixenet para el continente americano?
– Freixenet tiene posiciones de liderazgo en un país tan importante como EEUU y tiene posiciones de implantación de bodega en México y en Argentina. Está prácticamente en todos los países iberoamericanos como marca. Estamos satisfechos de esto, pero insatisfechos porque queremos ir a más.
Freixenet tiene fuertes lazos con Iberoamérica incluso en sus orígenes. Nace de una bodega que se llamaba La Casa Sala, que se dedicaba a la exportación de vino a los países iberoamericanos en el siglo XIX. Realmente tenemos una vocación de estar mucho ahí.
– ¿Tienen planes de inversión en algún país de la zona?
– No, somos una empresa familiar que actúa mucho sobre oportunidades que van saliendo. Vamos estudiando cosas, y cuando vemos algo interesante lo hacemos.
– ¿Su cuenta de resultados en América Latina se ha visto afectada por la situación en Venezuela?
– No. Nuestra posición en Venezuela, desgraciadamente, no es tan grande como para que pueda afectar nuestro balance.
– Durante su intervención en el Congreso ha dicho que la situación en Cataluña no es el mayor problema que tiene España.
– Yo he dicho que el mayor es el problema demográfico. Pero el problema de Cataluña es muy importante y debe ser resuelto con mucha tranquilidad, mucho diálogo, entendimiento, búsqueda de consenso y concordia. Es lo que siempre hemos tenido y debemos seguir teniendo.
“Nuestra posición en Venezuela, desgraciadamente, no es tan grande como para que pueda afectar nuestro balance”
– Pero, ¿cómo cree que lo van a solucionar estando a las puertas del 1 de octubre?
– No sabemos lo que habrá el 1 de octubre, pero desde luego que no será un referéndum. Un referéndum tiene que ser legal. Si no, es otra cosa. Pero lo importante es ese diálogo que tiene que llevarnos a entendernos.
– ¿Considera que el reto independentista está fracturando a los empresarios catalanes?
– Sí. Hay empresarios que son independentistas. No la mayoría, a mi juicio, pero los hay. Habrá que hablar con ellos y convencerlos de que el camino pasa por la unión, que hace la fuerza.
– ¿Esa fractura está afectando las relaciones a la hora de hacer negocios en Cataluña?
– De momento creo que no. Afecta en el sentido de que hay inversiones que están a la espera y que según lo que pasase se materializarían o no.