Redacción (ALN).- El diputado y analista político Aníbal Sánchez afirmó este viernes que «el llamado apresurado» a las elecciones del 27 de abril centró el debate en la participación y fraccionó a la oposición venezolana.
«El llamado apresurado a elecciones dentro del primer trimestre del 2025 cumple su objetivo: llevó la agenda al tema de participación, mientras que fracciona a la oposición”, dijo Sánchez en su cuenta en la red social X.
Según el analista, esto ocurre «en un contexto donde algunos sostenían que la desmovilización territorial es producto del miedo a la persecución y que ante esto la alternativa es una intervención extranjera».
Al respecto, apuntó que el escenario de apoyo extranjero «había sido sobre dimensionado a partir de la posibilidad de que llegase Donald Trump a la Casa Blanca».
Para Sánchez, el sector más radical de la oposición venezolana recibió «con asombro» el mensaje de que Trump establecería contactos con el Gobierno de Nicolás Maduro.
«Esta operación de acercamiento puede ser un termometro indicativo de que el escenario de una máxima presión está en un congelador, la política estadounidense es otra y cómo la anticipamos pone el acento en la protección e intereses de sus ciudadanos, lo que para algunos hace que sean imperceptibles los cambios en cuanto a lo que proponía Juan González, en la época de Biden».
Nueva política para Venezuela
«A pesar que existe en el gobierno de Washington funcionarios que provienen de un ala dura del partido republicano, con relaciones directas con la oposición dura venezolana, parece que estamos a la puerta de una Nueva Agenda Venezuela con un apoyo bipartidista que prioriza en el diálogo en la dimensión económica internacional, sobre un tablero de juego de fuerzas», prosiguió Sánchez.
Asimismo, dijo que «todo esto ocurrió después de las elecciones presidenciales en Venezuela, que han sido desconocidas por varias naciones, pero que se han convertido en otra prueba para la oposición democrática en el país, pues queda demostrado que no sólo se deben construir las garantías para el proceso sino las de que se dé una transición, incluso después de haber obtenido los votos y que la Asamblea Nacional parece ser el tablero más indicado, precisamente cuando hablamos de su renovación para el próximo 5 de enero».