Redacción (ALN).- El Fondo Monetario Internacional dice que en la mayoría de los países de Latinoamérica el PIB no retornará a los niveles prepandémicos hasta 2023 y el ingreso real per cápita sólo lo hará en 2025. “Es decir, más tarde que en cualquier otra región”.
Latinoamérica ha sido doblemente golpeada por la pandemia.
Por un lado, está el costo humano. La región representa el 8,2% de la población mundial, pero acumula el 28% de los casos y 24% de las muertes por coronavirus en el mundo.
Y por otro, aparece el golpe económico. El Fondo Monetario Internacional (FMI) calculó una contracción de 8,1% en su más reciente informe. Aunque mejora un punto respecto a las proyecciones publicadas en julio, el panorama es sombrío porque ninguna economía cierra 2020 en positivo.
Venezuela -25%.
Perú -13,9%
Argentina -11,5%.
Ecuador -11%.
México -9%.
Panamá -9%.
Colombia –8,2%.
República Dominicana -6%.
El panorama también es sombrío debido al grado de incertidumbre, ya que los cálculos anteriores son con los riesgos a la baja. “Las perspectivas dependerán de la incidencia que la pandemia tenga en la demanda externa e interna, y de cómo las secuelas de la crisis afecten la capacidad productiva de la región en el mediano plazo”, dijo el FMI.
El Fondo considera que la economía mundial está ante “un largo e incierto camino cuesta arriba”. Sostiene que las perspectivas para las exportaciones no son prometedoras, y esto incide en la demanda externa.
Por el lado de la demanda interna, el consumo de bienes y servicios de contacto intensivo “probablemente continuará deprimido hasta que la pandemia esté bajo control, y es posible que los niveles de ingreso sigan siendo bajos incluso después de que esto ocurra”.
Esta suma de factores genera un coctel explosivo quereprimirá la inversión a mediano plazo. “Algunas pérdidas de empleos probablemente se tornarán permanentes, y eso hará mella en el crecimiento potencial, sobre todo en los casos en que el apoyo fiscal haya sido escaso”.
A todo esto, hay que agregar algunos problemas endémicos de la región, que la hacen todavía más vulnerable en una pandemia. En América Latina mucha gente trabaja en actividades que no pueden digitalizarse, por lo que las personas tienen que exponerse con más frecuencia al virus.
Casi el 45% de los empleos de la región corresponden a sectores de contacto intensivo, como restaurantes, tiendas minoristas o transporte público. Esto está 15 puntos por debajo que el resto de las economías de mercados emergentes, apuntó el FMI.
“Estas características, el alto grado de informalidad y pobreza, y la disminución del comercio y la turbulencia financiera provocada por la debilidad de la economía mundial, contribuyeron a un desplome histórico de la actividad”, afirma el Fondo.
Por si no fuera suficiente con el hundimiento de la economía, el FMI advierte que la recuperación será lenta. Aunque esperan una recuperación del 3,6% para 2021, el PIB no retornará a los niveles prepandémicos hasta 2023,y el ingreso real per cápita sólo lo hará en 2025. “Es decir, más tarde que en cualquier otra región”.