Daniel Gómez (ALN).- Dice Roberto Cardarelli, jefe de la misión del FMI en Buenos Aires, que a partir de abril de 2019 se verá “una recuperación”. Pero esta será insuficiente para evitar una nueva contracción del PIB el año que viene.
La economía argentina está en su peor momento. De hecho, los números rojos durarán “unos dos o tres trimestres más”. Eso dijo este domingo el jefe de la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) para Argentina, Roberto Cardarelli. “El piso de la recesión va a ser el primer trimestre, y en el segundo trimestre vamos a ver una recuperación”, agregó.
El funcionario está de visita en Buenos Aires. Se asegura de que el país esté preparado para cumplir las metas establecidas en el último financiamiento. Fue en septiembre cuando el FMI aceptó un adelanto de fondos, y una ampliación del crédito de junio, de 50.000 millones de dólares hasta 56.300 millones.
A cambio, Washington exigió al gobierno de Mauricio Macri rebajar el déficit fiscal primario a cero en 2019 ejecutando un importante recorte de gastos y un aumento reseñable de los impuestos.
“La política fiscal y monetaria es una política de estabilización. La estabilización macroeconómica tiene un costo. Esperamos y creemos que el costo va a ser en el corto plazo”, agregó Cardarelli, según reseñó la agencia Reuters y el diario El Cronista.
FMI: “Esperamos una baja de las expectativas de inflación más contundente en las próximas semanas”
Ese corto plazo es el próximo abril. A partir de entonces, confían en una recuperación del tejido productivo, la cual será lenta y gradual. De hecho, no impedirá que el país cierre 2019 con la economía en rojo.
“Si bien la recuperación va a empezar en el segundo trimestre, el promedio anual va a ser negativo por el arrastre estadístico”, precisó el jefe de la misión. El FMI espera una contracción de 1,7% para el próximo año, lo que visto en perspectiva no es tan grave como lo que ocurrirá este 2018, cuando la economía caerá 2,8%.
La crisis argentina explotó en mayo. Y es que como dice el presidente Macri, a partir de ese mes “se le juntaron todas las tormentas”. Primero fue la huida de los flujos de capital. Lugo un escándalo de corrupción asociado al kirchnerismo que dañó la confianza empresarial. Y, por si fuera poco, el país sufrió la mayor sequía de la última década, la cual destruyó los cultivos de su principal alimento exportador: la soja.
En lo que va de año el peso ha perdido la mitad de su valor hasta la fecha. Analistas de multinacionales como BBVA, Telefónica, DIA y Mapfre ya hablan del país como una economía hiperinflacionaria, con un índice de precios superior al 40%.
La inflación y las elecciones de 2019
Pero la crisis del peso está a punto de terminar. Eso dice Cardarelli. “El nuevo marco de política monetaria está funcionando. Hay que seguir implementándolo. Esperamos una baja de las expectativas de inflación más contundente en las próximas semanas”.
El jefe del FMI también habló del futuro. De las elecciones presidenciales de Argentina en octubre de 2019. “Pueden introducir volatilidad, pero en el escenario base no van a interrumpir el proceso de recuperación económica”.
Muchos entienden la ampliación del préstamo como un espaldarazo a Macri, quien se juega el futuro político en las elecciones presidenciales. Además, esta crisis le llegó en mal momento para su mandato. La política de choque que le exige Washington no es el mejor acto de campaña. Además, afecta a uno de sus principales valedores: el sector exportador, al que le sube los impuestos 10% a partir de 2019.