Redacción (ALN).- La expresidenta argentina será juzgada por posible asociación ilícita en la adjudicación de obras públicas en la provincia de Santa Cruz, donde se habría favorecido al Grupo Austral, según Notimérica. Fernández de Kirchner tiene una amplia lista de cuentas pendientes con la Justicia.
La expresidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner será juzgada por un delito de asociación ilícita en relación a las presuntas irregularidades registradas en la adjudicación de obras públicas en la provincia de Santa Cruz, donde se habría favorecido al Grupo Austral, del empresario Lázaro Báez, tal como informa Notimérica. El juez federal Julián Ercolini decretó este viernes la apertura de juicio oral contra Fernández de Kirchner y otros procesados, entre ellos Báez. La causa está dirigida también contra el exministro de Planificación Julio de Vido y el antiguo responsable de Obras Públicas José López. Según Notimérica, el caso toma como base una auditoría de la Dirección Nacional de Vialidad que puso en cuestión las obras realizadas por el Grupo Austral, que “en 90% de los casos había duplicado e incluso triplicado el plazo de obra”, según el diario argentino La Nación. Las autoridades estiman que la firma de Báez se hizo en una década con obras valoradas en más de 16.000 millones de pesos (unos 655 millones de dólares) sólo en la provincia de Santa Cruz. La expresidenta tiene una amplia lista de cuentas pendientes con la Justicia y también se ha confirmado la apertura de juicio oral por el caso ‘dólar futuro’, en el que se investiga un supuesto fraude a la administración pública por asegurar el valor de venta de la divisa. También está imputada por los delitos de asociación ilícita, lavado de activos y negociaciones incompatibles en el marco del escándalo conocido como Los Sauces, en el que se investigan los negocios inmobiliarios de la familia Kirchner, así como por el presunto encubrimiento de los iraníes sospechosos del atentado de 1994 contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA). Fernández de Kirchner, quien ahora ocupa un escaño en el Senado, ha atribuido esta cadena de causas a una persecución política orquestada por su sucesor en la Casa Rosada, Mauricio Macri.