(EFE).- Un migrante de 83 años, de nacionalizad venezolana, falleció este martes en el norte de Chile tras cruzar la frontera desde Bolivia cerca de la localidad de Colchane.
El Servicio de Salud de este pequeño pueblo fronterizo informó del deceso y explicó que el cuerpo fue encontrado en el sector del Salar de Coipasa, a 3.600 kilómetros de altura en medio del desierto, según consignan medios locales.
El migrante fue identificado como Humberto José Ávila Ávila, originario de Maracaibo, en Venezuela, y según su hermana, que viajaba con él, padecía de hipertensión.
«Esta muerte duele porque se trata de un adulto mayor que decide emprender una travesía imposible”, precisó el alcalde de Colchane, Javier García.
La migración no se detiene en Chile
«Su muerte nos indica que la migración no se ha detenido», agregó.
Los inclementes pasos altiplánicos son la principal ruta de ingreso irregular a Chile, que sigue siendo uno de los países más atractivos para migrar dentro de América Latina por su estabilidad política y económica, pese a la pandemia y la crisis social de 2019.
El norte lleva un año sumido en una fuerte crisis con la llegada masiva de personas por pasos clandestinos -la mayoría de nacionalidad venezolana-; el colapso de pequeñas localidades fronterizas, la celebración de marchas contra la migración y ataques xenófobos.
En lo que va de año han muerto al menos siete personas, mientras que en 2021 hubo más de una veintena de muertes.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) alertó en diciembre de 2021 que cerca de 500 refugiados y migrantes venezolanos, incluidos niños; cruzan diariamente por pasos fronterizos irregulares entre Bolivia y Chile. Y llegan al país «tras varios días sin comer, con deshidratación, hipotermia y mal de altura».
En Chile hay 1,4 millones de migrantes, lo que equivale a más del 7 % de la población; y los venezolanos son los más numerosos, seguidos de peruanos, haitianos y colombianos.