Juan Carlos Zapata (ALN).- Rafael Ramírez en un diario global. En El País de Madrid. Entrevistado vía Skype. Porque sigue escondido. En un lugar de Europa que se resiste a revelar pero que se sospecha sea Italia, Roma, Milán.
Rafael Ramírez, exZar de PDVSA, expresidente de PDVSA por una década de Hugo Chávez, salió de ese escondite sólo para verse con Michelle Bachelet hace dos semanas. Se reunió en Ginebra con la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, a quien quiso expresarle su opinión personal sobre la situación venezolana.
Lo novedoso tiene que ver con el aspecto militar. Porque allí está la incógnita. De cuándo los militares echarán a Maduro. De cuándo asumirán el rol institucional que les corresponde y desalojar del poder a Maduro
Ramírez escribe y opina en la prensa venezolana. Ahora habla para El País. Lo que dice sobre la crisis de Venezuela es casi lo mismo que viene repitiendo desde que rompió con Nicolás Maduro, desde que Maduro lo persigue, desde que es señalado de participar en escandalosos y voluminosos casos de corrupción. Lo novedoso tiene que ver con el aspecto militar. Porque allí está la incógnita. De cuándo los militares echarán a Maduro. De cuándo asumirán el rol institucional que les corresponde y desalojar del poder a Maduro.
Ramírez en varias ocasiones le ha hecho un llamado a la Fuerza Armada, a Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, de que den el paso al frente, que tengan vocación de historia. Ramírez repite que Maduro fracasó en todos los frentes de la acción gubernamental. Por ello insiste: A Maduro se le acabó el tiempo. Y si Maduro no es apartado, puede arrastrar con él lo que queda de chavismo. El chavismo que Ramírez se supone quiere rescatar al volver a Venezuela, inclusive presentando su opción a la presidencia, como candidato presidencial por el chavismo.
Dice, entonces, que en “algún momento” los militares “se van a dar cuenta de que tienen que dar un paso al frente y restituir el hilo constitucional como lo hicieron en el 2002”. Se refiere a cuando Chávez fue sacado del poder por una alianza de civiles y militares y mucho pueblo en la calle. Dar el paso al frente es pedirle a Maduro que deje el poder. Es restarle el apoyo. Abandonarlo. No se puede entender de otra manera. La Fuerza Armada es el último reducto de respaldo con el que cuenta Maduro.
Por primera vez, uno de los hombres más cercanos a Chávez admite que Maduro fue escogido como sucesor por “la gran presión que ejercieron los cubanos”. “Yo estaba allí. Fui testigo de la tremenda presión que ejercieron los cubanos para dejar a Maduro en el poder”
Agrega Ramírez que los militares “no tienen por qué inmolarse defendiendo a Maduro porque no sólo está actuando al margen de la Constitución sino que ha cometido graves violaciones de los derechos humanos”. Lo dice claro. Maduro rompió el hilo constitucional. Y es lo que dijo la fiscal general hoy en el exilio, Luisa Ortega Díaz, y es lo que dice Juan Guaidó, y es lo que dice toda la oposición venezolana. Ahora lo confirma Ramírez. Se lo dice a los militares. Para que den el paso.
Por primera vez, uno de los hombres más cercanos a Chávez admite que Maduro fue escogido como sucesor por “la gran presión que ejercieron los cubanos”. “Yo estaba allí. Fui testigo de la tremenda presión que ejercieron los cubanos para dejar a Maduro en el poder”. Lo que era un secreto a voces ha sido confirmado por uno de los cuatro personajes que participaron en esa operación. Los otros son Cabello, el propio Maduro y Chávez. Esta revelación es importante. Confirma la conexión cubana con Maduro y cómo el poder de La Habana mantiene un control sobre el poder madurista y la oficialidad de la Fuerza Armada. De hecho, siempre se ha dicho que una de las trabas para que la Fuerza Armada se pronuncie contra Maduro es el control preciso y estricto de los agentes cubanos sobre los militares.