Redacción (ALN).- El exsecretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, reveló que el expresidente Donald Trump puso sobre la mesa el 5 de febrero de 2020 la posibilidad de que fuerzas militares estadounidenses se «deshicieran» del presidente venezolano, Nicolás Maduro.
Trump planteó la oferta a los dirigentes opositores Juan Guaidó, Julio Borges, Carlos Vecchio y Mauricio Claver-Carone, quienes se reunieron con el mandatario estadounidense en la Casa Blanca.
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«¿Qué pasaría si el Ejército estadounidense bajara y se deshiciera de Maduro?», planteó Trump, que según Esper, el exmandatario «estaba poniendo a prueba a Guaidó».
Guaidó respondió entonces que «por supuesto nosotros siempre daremos la bienvenida a la ayuda de Estados Unidos» y planteó que los venezolanos que vivían en Colombia «quieren recuperar su país por ellos mismos«.
Esper planteó entonces si los venezolanos estarían dispuestos a «organizarse, formarse y combatir» porque «el Ejército estadounidense tiene experiencia en formar a fuerzas extranjeras». «Sí, lo estaría», respondió Guaidó, aunque Esper consideró que «no sonó muy seguro».
Los asistentes consideraron que la invasión militar directa de Estados Unidos era preferible porque una invasión desde Colombia «sería complicada». «Como le dije sarcásticamente al presidente antes de la reunión, estoy seguro de que la oposición venezolana ‘lucharía hasta el último estadounidense‘ si así se lo ofrecíamos», aseguró Esper.
«Sin embargo, Guaidó y Claver-Carone manejaron una operación especial mercenaria similar al asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, muerto en un ataque de exmilitares colombianos. Trump despreció a Guaidó porque fueron a pedir «que soldados de Estados Unidos invadieran su país mientras Maduro luchaba contra la invasión», en referencia a la conocida como Operación Gedeón, apuntó Esper, que recuerda todos estos sucesos en su libro ‘Un juramento sagrado’.
Guaidó, Borges y Vecchio alegaron que «sería más fácil y rápido sí Estados Unidos lo hicieran por nosotros». «Esper preguntó otra vez: ‘¿Sí algunos de esos venezolanos pueden ser entrenados y equipados por Estados Unidos, estarían dispuestos a combatir?’ Nunca tuvo una respuesta clara: ‘ellos me dijeron que era muy complicado y tardaría mucho tiempo'», remató Esper.