(EFE).- Un equipo de investigadores de una universidad privada en Caracas prevé para este año una caída del 2,05 % del producto interno bruto (PIB) de Venezuela, entre otros motivos, por la «restitución de las sanciones petroleras y financieras» de Estados Unidos, lo que, advirtió, tendrá un «profundo y duradero impacto» en la economía del país.
Según un informe difundido este miércoles por el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), las recientes medidas estadounidenses -que incluyen el fin de licencias a petroleras extranjeras para operar en el país caribeño y la imposición de aranceles del 25 % a los compradores de crudo venezolano- «tendrán un importante impacto sobre la producción y las exportaciones» de hidrocarburos.
En ese sentido, indica que el PIB del sector petrolero venezolano «se podría contraer este año en, aproximadamente, un 12 %, en claro contraste con la expansión de casi 15 %» en 2024, aunque señala que aún hay «mucha incertidumbre sobre las decisiones que finalmente tomará» EE.UU..
Por otra parte, el IIES estima que el PIB no petrolero «podría contraerse entre 1 % y 1,5 %», y entre los sectores más afectados, el instituto de la UCAB señala construcción, electricidad y agua, financiero y «servicios de carácter gubernamental, los que, en el mejor de los casos, se mantendrán estancados».
En cuanto a la inflación, el grupo proyecta una tasa del 220,94 %, como consecuencia del alza del dólar estadounidense -referencia principal para cotizar bienes y servicios en la nación suramericana- y la «muy probable recurrencia al financiamiento monetario del gasto público para ‘compensar’ la caída en los ingresos petroleros y tributarios internos», según el informe.
Este martes, Nicolás Maduro, quien juró para un tercer mandato tras su cuestionada reelección, firmó un decreto de emergencia económica por dos meses, en respuesta -aseguró- a la «guerra comercial inédita» ocasionada por la política arancelaria de EE.UU., y que le otorga la potestad de «dictar todas medidas que considere necesarias para garantizar el desarrollo y crecimiento» de Venezuela.
El pasado 28 de marzo, el líder chavista afirmó que el país acumula 16 trimestres continuos de crecimiento, por lo que pidió a su Administración y a los empresarios mantener el pulso de todo lo que se está «construyendo».